De Chaplin a Clinton, el Grand Hotel d’Angkor cumple 90 años

Los templos de Angkor son el destino principal de cada viaje a Camboya, ya desde los tiempos de la colonia. Y desde hace 90 años el Grand Hotel d’Angkor forma parte su atractivo turístico, en el que se han alojado desde estrellas del cine mudo hasta sultanes.

Un elegante salón de estilo colonial en el Grand Hotel d'Angkor transporta a los huéspedes a otros tiempos.Carola Frentzen
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Al acercarse al Grand Hotel d’Angkor, las imágenes de la antigua Indochina cobran vida. El edificio de estilo colonial rezuma historia por todos sus poros, y si pudiera hablar, tendría mucho que contar.

El Grand Hotel, inaugurado en 1932 en la pequeña ciudad de Siem Reap, es uno de los más antiguos de toda Camboya, al igual que su antiguo socio Hotel des Ruines.

En coincidencia con su reapertura tras el cierre por la pandemia de coronavirus, el famoso edificio celebró recientemente su 90 cumpleaños con gran pompa, que incluyó fuegos artificiales, espectáculos de luces y una cena en el templo del siglo X Prasat Kravan.

Y mientras bailaba el Ballet Real de Camboya, declarado al igual que los templos como patrimonio mundial por la Unesco, el complejo brillaba con una luz mágica.

A los invitados se les cocinó el menú original servido en el Grand Hotel en la Navidad de 1932. Incluso el rey envió un mensaje personal leído por una princesa de la corte.

La ubicación del hotel no podría ser más ideal. A pocos kilómetros, en medio de la selva, se encuentran los impresionantes complejos de templos de los reyes jemeres, entre ellos el mayor complejo de templos del mundo, Angkor Wat; los restos de Ta Prohm cubiertos por gigantescas raíces; o los rostros de Bodhisattva tallados en piedra.

Charlie Chaplin festejó allí su luna de miel

El Gran Hotel guarda secretos, historias y anécdotas, todas ellas estrechamente relacionadas con los templos de Angkor.

El Grand Hotel d'Angkor, uno de los más antiguos de Camboya.

“Cuando pongo mis oídos en las paredes, es realmente como si el hotel me hablara, como un caracol murmurando en la playa”, dice el actual director general, Dennis de Groot.

“Lo que más me llama la atención es la visita de Charlie Chaplin, que estuvo aquí en 1936 en una luna de miel secreta con Paulette Goddard, su compañera de reparto en ‘Tiempos Modernos’”, señala el directivo holandés.

Una foto en blanco y negro muestra a la pareja vestida de blanco en las ruinas de Angkor. El conocido arqueólogo e historiador del arte Victor Goloubew acompañó en aquella oportunidad la visita del cómico del cine mudo y de la actriz estadounidense.

Más tarde, políticos, princesas, actores y otras celebridades vinieron a visitarlo. “Jacqueline Kennedy vino hacia 1967, cumpliendo su viejo sueño de visitar Angkor Wat”, dice De Groot.

La princesa británica Margarita y Lord Snowdon, Charles de Gaulle, la reina española Sofía, el cantante de ópera José Carreras, el actor de James Bond Roger Moore, Bill y Hillary Clinton y Michelle Obama también se han alojado en el Grand Hotel d’Angkor.

Los que quieran saber más sobre la intensa historia pueden ponerse en contacto con Saravann Mouth durante su estancia. El propio historiador del hotel da conferencias y guía a los huéspedes interesados por los pasillos, salones y suites del Grand Hotel.

La casa pertenece desde 1994 a la exclusiva cadena hotelera Raffles, que lleva el nombre del explorador y fundador de Singapur, Sir Thomas Stamford Raffles. Tras una amplia renovación, el Grand Hotel celebró una festiva reapertura en 1997.

Los Jemeres Rojos expulsaron a los empleados del hotel

Pero en la larga historia de la construcción colonial también hubo tiempos oscuros, especialmente en los años del régimen comunista de Pol Pot, que con sus Jemeres Rojos sumió a todo el país en un sufrimiento interminable y, según las estimaciones, costó la vida a casi dos millones de personas.

Cuando los guerrilleros de Pol Pot entraron en la ciudad de Siem Reap en 1975, no había huéspedes en el Grand Hotel.

Koy Savauu, que entonces tenía 29 años y trabajaba como pastelero, contó en 1998 a “Los Angeles Times” el inicio del horror. Según narró Savauu, los Jemeres Rojos habían dado a los empleados de los hoteles y a los ciudadanos cinco días para abandonar Siem Reap e ir al campo.

El ejército rebelde estaba formado principalmente por adolescentes sin formación. “Nunca habían visto un comedor, y mucho menos un ascensor como el del Grand Hotel. Se quedaron boquiabiertos. Utilizaban los muebles del dormitorio como leña”, relató.

En ese momento, también se destruyeron casi todos los documentos sobre la historia del hotel, relata el director general De Groot. Las tropas vietnamitas pusieron fin recién en 1979 al régimen de terror.

Cuando el hotel pasó a manos de Raffles, Koy Savauu volvió a trabajar como pastelero en la cocina. Muchos miembros del personal han permanecido fieles al hotel a lo largo de los años y de todas las crisis.

Ya sea déspota o pandemia, la gran dama ha sobrevivido a todo hasta ahora. Aunque hoy ya no hay elefantes delante de la puerta, el salto temporal parece por un momento perfecto cuando el conserje abre la puerta de entrada.

Lleva un brillante tocado dorado y un sampot tradicional, una tela que los hombres camboyanos se ponen como pantalones en las ocasiones festivas. Con una reverencia, entrega a los invitados una fragante toalla helada. Y por un momento mágico es de repente... 1932 otra vez.

Para llegar al Grand Hotel d’Angkor se recomienda viajar vía aérea a Bangkok y desde allí tomar un vuelo directo a Siem Reap de, por ejemplo, Thai Air Asia y Bangkok Airways. El vuelo dura aproximadamente una hora.

Los viajeros con dos dosis de vacunación contra el coronavirus solo necesitan su certificado de vacunación y un visado de turista, que puede solicitarse localmente o por Internet con antelación (https://www.evisa.gov.kh).

Los que no estén vacunados o no estén totalmente vacunados deberán someterse a una prueba rápida de covid-19 a su llegada. Las normas pueden cambiar en función de la situación de la infección, por lo que se recomienda comprobarlo anticipadamente.

La mejor época para viajar es entre diciembre y enero, en la temporada seca y no tan calurosa. Sin embargo, esta es también la temporada alta turística en los templos de Angkor. Se recomienda evitar los meses de abril y mayo, cuando hace mucho calor.

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