Sortear las trampas que nos dejan los mensajes por whatsapp y las aplicaciones que descargamos inocentemente nos pueden dar dolores de cabeza y dejarnos en la calle.
Miguel Ángel Gaspar habló en el programa Contacto Ciudadano, y recordó que Paraguay tiene ejemplos en la región donde otros países como Argentina han tenido serios problemas a nivel ciberestatal.
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¿Cómo protegemos los datos como password, pin, clave desde los teléfonos? “La primera medida es la más difícil, la disciplina. Si la gente sigue descargando, cualquier enlace que recibe y cae en cualquier estafa las herramientas de seguridad no funcionarán”, señaló el experto.
Puso ejemplos, si se tiene la billetera electrónica, cuenta de banco o cuentas digitales no debería manipular el acceso a aplicaciones riesgosas, pero sí invertir en una aplicación antivirus. Los antivirus gratuitos no resultan y son muy invasivos en cuanto a la gran publicidad.
Por ejemplo, cuando recibe “en este enlace la ANDE te va a perdonar los últimos meses”, al darle click el antivirus va a detectar que es fraudulento y la gente va a terminar con cuentas comprometidas.
“Las contraseñas están muriendo”
Según advirtió, “la gente tiene que entender que las contraseñas están muriendo, hoy tenemos doble factor de autenticación y mañana hablaremos de múltiples factores de autenticación”.
Y lo repetimos “están muriendo las contraseñas”. Para explicarlo lo detalló de esta manera, “cuando voy a consumir un servicio tengo que identificarme como el usuario válido para consumir ese servicio, yo le digo que soy Miguel Ángel Gaspar, y él me dice demostrame”.
Esa es la contraseña, un segundo factor de autentificación, el prestador te dice decime lo que sabés, y ahí me llega una clave que es la clave de whatsapp.
Y continuó su desgloce: “Con lo que sé el prestador de servicio me deja pasar, le puedo agregar un tercer factor como la biometría, y depende del carácter privado de mis datos le puedo agregar un sello de tiempo; es decir, puedo consumir ese servicio en una hora determinada, y un sello geográfico, que tiene que ver con un lugar determinado”.
Las aplicaciones peligrosas
Buscar y leer las políticas de privacidad llevan tiempo. “Infobae publicó que para leer las condiciones de uso y privacidad necesitaríamos 10 días, pero es importante porque te cuentan que permisos tenés que habilitar para usar esas aplicaciones”, amplió.
Ahí nos sentimos facultados de configurar nuestra seguridad, con un buen sentido decís que querés descargar una linterna, pero las condiciones de uso dicen que requiere cámara y micrófono, muy invasivo. Fue lo que pasó con getcontact y faceUp, por ejemplo.
“Esa lectura que nos piden nos puede salvar a la hora de hacer reclamaciones. Hoy la gente tiene problemas con algunas aplicaciones de transporte, problemas por las conductas de los choferes, por problemas con tarjetas. Y no sabe que las primeras reclamaciones deberían hacerlas al Ministerio de Industria y Comercio, a la Secretaría de Comercio Electrónico”, apuntó.
¿Instala en su teléfono muchas aplicaciones?
“Hoy la gente está instalando aplicaciones que recibe por mensajeros, y aunque el Apple Store o Play Store de Google deberían ser depositarios seguros hay aplicaciones que se filtran a veces con códigos maliciosos. Pero siguen siendo el mejor lugar para bajarlas”, apostilló.
El marco legal del país
Gaspar abordó el tema de que estamos expuestos cuando el nivel de permiso de la aplicación que se anuncia como “gratuita”, te pide el uso de micrófono, que es invasivo.
“Cuando no permitimos que la cámara y el micrófono se incorporen, y la aplicación no funciona quiere decir que hay un error. Usted debería ir al ente rector y hacer la denuncia y ganar usted, es lo que pasa en otros países”, aseguró. Pero en Paraguay no tenemos ley de protección de datos.
“La ley de protección de datos crediticios no está reglamentada y los entes contralores de esa ley son Sedeco y el Banco Central. Entonces eso explica por qué todos estamos recibiendo avisos de publicidad, todos los días de telefonía, televisión, panteones y cuanta cosa nos puedan vender”, argumentó.
Gaspar forma parte de un grupo donde hace cuatro años están trabajando, adelantó.
“Se está haciendo el ensamble con los pareceres que presentaron todos los ministerios. El objetivo de esta ley es que sea transversal, que no dependa de la tecnología y que después cualquier Ministerio de Salud o Educación si necesitan leyes específicas puedan tomar la ley de protección de datos como referencia”, esgrimió.
Demasiado inocentes
FaceUp: el análisis a nivel social, lo primero que repitió la gente como argumento es que “todas las aplicaciones nos roban datos, qué más da que una aplicación tenga nuestros datos”, decía la gente.
Sin embargo, hay que comprender que mientras más datos le aportemos a la ciberdelincuencia, los ciberdelitos como suplantación de identidad van a hacer más fáciles de llevar a cabo, con más exactitud y los únicos perjudicados son los dueños de la identidad”, finalizó.
Descargar aplicaciones pueden ser puertas de entradas invasivas a nuestros datos sensibles, un dolor de cabeza para muchos que se quedaron en la calle por pecar de inocentes.