En una entrevista emitida en la radio polaca, Siemoniak explicó que, con las nuevas medidas, resultará más rápido y sencillo para las autoridades obtener un permiso judicial para acceder a aplicaciones como WhatsApp, Messenger o Skype, "como se hace ya en otros países".
El ministro justificó esta decisión conque "en Polonia tenemos regulaciones de hace 20 años, cuando internet y las comunicaciones estaban en una etapa de desarrollo completamente diferente", y aseguró que "los cambios se introducirán con calma, debatiendo antes con organizaciones sociales, de derechos civiles y con empresas".
Además de insistir en que "es necesario saber lo que pasa en nuestro territorio", el ministro señaló que en los últimos meses "hemos detectado numerosos intentos de actos de sabotaje y varias personas han sido arrestadas" en Polonia en el contexto de "una verdadera guerra híbrida en la que internet y la mensajería instantánea son armas".
En una rueda de prensa el lunes, Siemoniak informó de que se había desarticulado una red de delincuentes informáticos "asociados con Rusia y Bielorrusia" y "cuyo objetivo era paralizar al Estado y desatar una ciberguerra".
Según el responsable de Interior, "el número de ataques informáticos aumenta sin cesar año tras año y su número ha alcanzado los 400.000 solo en el primer semestre de este año", cuando en todo 2023 se registraron unos 370.000.
Por otra parte, Siemoniak se refirió al uso de programas informáticos de espionaje, como Pegasus, y enfatizó que "la vigilancia a opositores políticos o jueces nunca volverá a ocurrir", pero advirtió que "de acuerdo con la ley, los servicios de seguridad tienen derecho a disponer de las herramientas adecuadas para luchar por la seguridad del país y de nuestros ciudadanos".