La firma sueca Mackmyra Whisky es un ejemplo de estas destilerías. Fundada en 1999 después de que ocho amigos decidieran crear su propio whisky, esta fábrica de destilados ha ganado varios premios internacionales.
Los maestros destiladores pueden pasar toda su vida probando, retocando y experimentando con ingredientes de forma meticulosa para crear los mejores sabores posibles, convirtiendo los procesos químicos en una forma de arte, y aquí es donde Mackmyra ha apostado por la Inteligencia Artificial (IA).
“Nos estamos esforzando mucho para desarrollar nuevas técnicas que puedan integrarse en un sector tan tradicional como el del whisky, unos avances que ahora podemos llevar a cabo con la ayuda de la Inteligencia Artificial. Vemos esta tecnología como parte de nuestro desarrollo digital y resulta realmente revolucionario comprobar cómo la IA puede ser un complemento perfecto a la hora de elaborar un whisky de alta calidad. Para mí, como maestra destiladora, es un gran logro poder decir que ahora también soy mentora del primer whisky del mundo creado por una IA”, afirma Angela D’Orazio, Maestra Destiladora de Mackmyra.
Esta es la primera vez que la IA se utiliza para aumentar y automatizar el proceso de creación del whisky, que es el que más tiempo consume, tal y como explica D’Orazio: “Es mucho más complejo que los modelos utilizados para elaborar cerveza, debido a la gran cantidad de combinaciones disponibles y al hecho de que la creación de recetas de whisky sea más una cuestión de arte que de ingeniería“.
“Queremos que la IA nos ayude a crear una receta que contenga los atributos necesarios para ganar premios y también para descubrir nuevas combinaciones que hasta ahora no se le hayan ocurrido a ninguna persona”. Los profesionales del sector siempre han seleccionado las diferentes mezclas de ingredientes y barricas para crear combinaciones de sabores casi infinitas.
Ahora, los modelos de machine learning aplicados a la destilería, impulsados por la plataforma en la nube de Microsoft y los servicios cognitivos de Azure, se alimentan de las recetas existentes de Mackmyra (incluidas las de mezclas galardonadas), cifras de ventas y preferencias de los clientes. Con este conjunto de datos, la IA puede generar más de 70 millones de recetas que predice que serán populares y de la más alta calidad, en función del tipo de barriles que haya en el almacén.
Este proceso, no sólo es más rápido que el que una persona puede llevar a cabo manualmente, sino que, gracias a la capacidad del algoritmo para examinar y calcular una gran cantidad de información, se pueden encontrar nuevas combinaciones que, de otro modo, nunca se habrían considerado. Sin embargo, es importante destacar que esta solución de IA no está diseñada para reemplazar a un Maestro Destilador.
“El trabajo de un Master Blender no está en peligro“, asegura D’Orazio. “Aunque la receta del whisky está creada por IA, la experiencia y el conocimiento de las personas es clave, especialmente de la parte sensorial humana, que nunca puede ser reemplazada por ningún programa. Somos partidarios de que el whisky sea generado por IA, pero madurado por humanos y, en cualquier caso, la decisión siempre será tomada por una persona”.
El whisky generado por Inteligencia Artificial de Mackmyra estará disponible en otoño de 2019. Según la destilería, es la primera vez que se crea una receta compleja de productos de consumo con machine learning, pero el whisky es sólo el principio.
“El apoyo de la IA puede tener un impacto en diferentes industrias a nivel mundial”, comenta Jarno Kartela, Machine Learning Partner de Fourkind, la empresa que está detrás del algoritmo de IA. “Imagino que los sistemas de Inteligencia Artificial generarán recetas para dulces, perfumes, bebidas e incluso diseños de zapatillas de deporte. Muchos de ellos ya se han intentado poner en marcha, pero la adopción a gran escala todavía tiene camino por recorrer”.
“Hemos mostrado el camino a seguir, y estas nuevas soluciones de Inteligencia Artificial pueden utilizarse para generar productos que conserven el espíritu, la imagen y la percepción de las marcas que están detrás de ellos, y que al mismo tiempo sean opciones innovadoras y únicas”, concluye Kartela.
¿Es posible un futuro en el que la potencia y la velocidad de la IA se combinen con el ingenio y la experiencia de las personas para romper nuevos límites? Sin duda, y, además, brindaremos por ello.