El Gobierno de Santiago Peña está envuelto en una crisis política y diplomática luego de haber reculado en su intención de romper relaciones entre la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos.
El 6 de diciembre pasado, la Senad envió una carta a la DEA, en la que anunciaba el cese de cooperaciones entre ambas instituciones, concretada a través del programa de la Unidad Sensible de Inteligencia (SIU).
Días después de filtrarse la información en Estados Unidos, el Gobierno paraguayo apresuradamente dio una conferencia de prensa para anunciar que se potenciaría la cooperación con la DEA, dejando sin efecto la primera intención.
Posteriormente, se supo que la DEA advirtió al Gobierno paraguayo que se retiraría ante la carta de cese de cooperaciones que en principio había remitido la Senad.
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Ruptura Senad-DEA: las oscuras intenciones del Gobierno
El diputado colorado disidente Mauricio Espínola dio a conocer cuál es la real intención que tuvo el Gobierno de Peña con esta decisión, que finalmente reculó. Según dijo, hay intereses económicos y políticos detrás.
En lo económico, indicó que con el retiro de la DEA se van los equipos electrónicos que se utilizan para las tareas de inteligencia, principalmente los de vigilancia y escucha.
En ese sentido, refirió que al retirarse el ente estadounidense habría un vacío en cuanto a equipamientos, por lo que se tendría que invertir para la compra y reposición de los mismos a fin de continuar con las tareas de inteligencia.
Señaló que el Gobierno de Peña ya manejaba eventuales licitaciones, por valor total de US$ 6 millones, para la compra de los equipos y cuyos adjudicados “ya tenían nombre y apellido”.
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Espionaje a políticos
Con relación a los intereses políticos, Espínola mencionó que, al retirarse la DEA con los equipos de vigilancia y escucha, los nuevos que serían adquiridos por el Gobierno paraguayo estarían a merced de las autoridades, sin que estas tengan que solicitar el uso al ente estadounidense o cumplir con las normativas legales para ello.
Agregó que el equipo de escucha sería utilizado por el Gobierno de Peña con fines de espionaje, tanto a adversarios políticos como de otros sectores que hacen contrapeso al cartismo, como los medios de comunicación.
“Acá se están destrozando las relaciones internacionales por hacer un tipo de negocio para beneficio económico de unos cuantos y, sobre todo, para hacer espionaje político”, resaltó.
Incluso, reveló que hubo intención ya del Gobierno de utilizar los equipos para espionaje, pero fue negado por los encargados actuales.