El hasta ahora funcionario de Diputados -ya que solo fue apartado del cargo de director- y operador político colorado, Willian Roberto Bogarín Campuzano, es uno de los investigados por ser presuntamente parte de un esquema de estafas a colonos de San Pedro, a quienes habrían defraudado al menos la suma de US$ 1,6 millones, según la denuncia presentada ante la Fiscalía. Según las declaraciones juradas obrantes en Contraloría, tanto Bogarín Campuzano como su pareja Zaida Fabiola Arévalos Sequeira, en menos de una década, aumentaron escandalosamente su patrimonio neto.
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En el caso del funcionario investigado Bogarín Campuzano, su primera declaración jurada pública data de agosto de 2018, presentada en ocasión de asunción al cargo de coordinador general de la Presidencia de la Cámara Baja, durante la administración el ahora exdiputado Miguel Cuevas (ANR, abdista).
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En dicha declaración jurada, el operador colorado, allegado actualmente a la diputada cartista Jazmín Narvaez, reportó un patrimonio neto de G. 708.350.000, siendo sus principales activos una deuda a cobrar por G. 250.000.000 a José Ljubetic, otro de los ahora procesados como parte del supuesto esquema de estafas, así como dos camionetas valuadas en G. 132.000.000 (una Kia Sportage) y G. 214.000.000 (una Toyota Fortuner).
Llama también la atención que para ese entonces no reportó tener inmuebles, es decir, no tenía siquiera casa propia y vivía en alquiler, por el cual pagaba mensualmente G. 3.000.000. En ese entonces, también tenía una sola cuenta bancaria declarada en Banco Visión con G. 55.000.000.
Enorme crecimiento, cuando apenas le sobraban poco más de G. 2 millones al mes
En apenas 5 años su situación mejoró ostensiblemente, puesto que para agosto de 2023, cuando asumió director general de Fortalecimiento Institucional y Cooperación Internacional de la mano del ahora presidente de Diputados, el cartista Raúl Latorre, su patrimonio neto declarado ascendió a G. 2.509.970.000, lo que representa un incremento del 254%.
El mayor monto de sus activos pasó a ser una residencia en la ciudad de Lambaré (en condominio con su pareja), que según Bogarín Campuzano está valuada en G. 1.790.000.000, monto que difiere con la declaración de Arévalos Sequeira, con quién oficialmente no reportan unión matrimonial, por ende, no poseen bienes mancomunados.
Otra cifra que se disparó fue la “deudas a cobrar”, que ascendió a un total de G. 730.000.000, donde sigue apareciendo el mismo monto adeudado por su presunto “cómplice”, Ljubetic y además, una de las presuntas víctimas del esquema, David Friesen, quién supuestamente le debía G. 210.000.000. Finalmente, también tenía cuentas a cobrar con la empresa Adelina S.A., por un monto de G. 70.000.000.
Sus cuentas bancarias también se nutrieron ostensiblemente, ascendiendo a G. 95.000.000 y reportó una camioneta Hyundai Tucson, valuada en G. 240.000.000; todo esto, pese a que a fin de mes solo le sobraban menos de G. 2 millones y medios de sus deudas y gastos básicos mensuales.
Según su propia declaración jurada, su salario más “honorario profesionales” que, en teoría, no podía cobrar al ser funcionario público, ascendían a G. 52.000.000, mientras que las cuotas mensuales de sus préstamos ascendía a G. 17.737.000 al mes y sus gastos básicos reportado (alimentación, luz y agua, servicios de salud, etc) eran de G. 31.790.000, lo que en sumatoria dan G. 49.527.000.
Es decir, el gran crecimiento patrimonial de 254% en cinco año se dio pese a que, mensualmente, le sobraban apenas G. 2.473.000.
Patrimonio de su pareja creció 2.277%
Por su parte, la primera declaración jurada disponible de Zaida Fabiola Arévalos Sequeira data de diciembre de 2014, cuando fue dada de baja como funcionaria de la Corte Suprema de Justicia, donde se desempeñaba como auxiliar, dependiente de la dirección de Recursos Humanos.
En 2014, Arévalos Sequeira reportó un patrimonio neto de G. 94.000.000, compuesto principalmente por una propiedad en Paraguarí -que dijo le fue donada- valuada en G. 25.000.000 y un automóvil Hyunday Accent, con un valor reportado de G. 40.000.000 y sin ninguna cuenta bancaria.
Sin embargo, 9 años después, puntualmente en octubre de 2023, tras ser designada directora Fortalecimiento Institucional y Cooperación Internacional, como subordinada de su pareja Bogarín Campuzano, de presentó una nueva declaración jurada con la sorpresa que su patrimonio neto creció en un 2.277%, ascendiendo a G. 2.235.000.000.
La mayor parte de este crecimiento corresponde a la residencia (en condominio) presuntamente compartida con Bogarín Campuzano, aunque difiere en el valor, ya que la misma reporta esta propiedad ubicada en Lambaré está valuada en G. 2.150.000.000, mientras que su pareja la reportó en G. 1.790 millones. También aparece una segunda propiedad pero con valor cero, que podría ser un error en la carga de datos u otro motivo.
Su otro activo reportado es una automóvil Kia Cerato, cuyo valor reportado es G. 85.000.000. Sigue sin declarar cuentas bancarias a su nombre, pese a que cuanto menos debería registrar en la que cobra su salario de la Cámara Baja.