El senador Rafael Filizzola, del Partido Democrático Progresista (PDP), analizó la decisión del gobierno de Santiago Peña de cesar la cooperación entre la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) y la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad). El legislador destacó la importancia de la colaboración internacional en la lucha contra el crimen organizado, pero subrayó que la soberanía en materia de seguridad depende de la capacidad presupuestaria de Paraguay.
Filizzola calificó de “inusual” la decisión de interrumpir unilateralmente una línea de cooperación, y expresó incertidumbre sobre cómo reaccionará el Gobierno de Estados Unidos ante esta medida. “Es muy poco habitual que una línea de cooperación se corte unilateralmente, yo no sé cómo van a tomar ellos”, afirmó en una entrevista.
El senador opositor fue enfático al señalar que el presupuesto asignado a la Senad es insuficiente para enfrentar el narcotráfico de manera efectiva. “El presupuesto de la Senad no es realista. 8.000.000 de dólares y 300 agentes para la lucha contra las drogas es irrisorio. No da para nada”, expresó.
Además, Filizzola advirtió que la dependencia de la cooperación extranjera, sin un presupuesto robusto a nivel nacional, puede llevar a que gobiernos externos impongan condiciones en las políticas de seguridad de Paraguay. “Muchas veces, el Paraguay recibe lo que viene entre tantas necesidades, y eso no es digno de ningún país. Para ser soberanos en política exterior y en seguridad, debemos ser capaces de financiar nuestro propio presupuesto”, sostuvo.
Soberanía y seguridad
El legislador instó al Ejecutivo a priorizar la asignación de recursos en áreas estratégicas como la seguridad, argumentando que la disposición presupuestaria es clave para garantizar la independencia en la toma de decisiones. “Nosotros podemos hacer mucho más, pero para eso necesitamos tener disposición presupuestaria. Para ser soberanos, debemos tener capacidad presupuestaria”, concluyó.
La ruptura con la DEA abre un debate sobre el alcance de la cooperación internacional y las capacidades internas de Paraguay para combatir el narcotráfico, un desafío persistente para el país.