Lilian Samaniego, ex presidenta de la ANR, arremetió contra el “entorno maldito” de Horacio Cartes y criticó duramente a su colega cartista Antonio Barrios. Anunció que desde enero de 2025 recorrerá el país con su “Ambulancia Republicana” para rescatar a los “heridos” por el cartismo. En esta entrevista revela cómo abrió el camino para que Cartes ingresara a la política.
- ¿Lilian va a ser la ambulancia que recoge a todos los heridos por el cartismo?
- Exactamente. Voy a hacer la ambulancia republicana que va a levantar a los heridos con el cartismo. El movimiento (Honor Colorado) no puede estar por encima del partido. Primero el partido, después los movimientos.
- ¿Cuándo sale la ambulancia?
- En enero pienso salir con la ambulancia de la causa republicana para la recuperación institucional, con la antorcha y la bandera del partido Colorado. Si a mí me hacen lo que están haciendo, imagínese lo que será con otros dirigentes de otros niveles que disienten con la conducción. Entonces, ya tengo experiencia. Después del 2008 (con la caída del partido) junté a todos los heridos y contusos. Les dije: “Vengan acá, vamos a restañar las heridas y sigamos para adelante”.
- ¿Qué le hizo exactamente el senador (cartista Antonio) Barrios? ¿Usted lo amenazó? Dijo que se va a encargar de él...
- No es una amenaza. ¿A quién le puede amenazar Lilian Samaniego? No quiero hablar de mí pero alguien tiene que recordarle quién es Lilian Samaniego y quiénes somos los Samaniego. Somos colorados. Y siempre acompañamos los proyectos de los Gobiernos colorados que contribuyen al desarrollo del país y la prosperidad de la gente pero también disentimos y nos oponemos rotundamente cuando se quiere destruir a los que piensan distinto.
- Lilian quiere dividir a la ANR, dicen los oficialistas que firmaron un apoyo a Barrios.
- Lo que menos quiero es la división. Mi testimonio al frente del partido cuando estuvo en su peor llanura habla de eso. Lo que no voy a aceptar es la falta de respeto, la humillación a una mujer que levantó al partido de una derrota (en el 2008 contra Fernando Lugo) que para muchos fue el epitafio del fin del partido Colorado...
- ¿Por qué Barrios es “intrigante, mala gente…”
- No soy de aquellos que descalifican a nadie en lo personal. Cuando digo “intrigante” por Antonio Barrios, estoy lamentablemente describiendo lo que es. Es señalarle una conducta que aborrezco desde mis entrañas. Con intrigas y actitudes autoritarias busca imponer sus influencias sin representar a nadie, porque hay que recordar que ingresó como suplente. No le votó nadie. Esta semana le estaba esperando para verlo en el Senado. No aparece porque se pasa 10 a 12 horas en lo de Cartes intrigando hasta a la gente de su bancada. Todos están cansados de él por su falta de escrúpulos. Yo era presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales. Los resultados de mi trabajo están a la vista. “Ahora va a ser Javier Zacarías”, dijo. “Ah, bueno”, dije. La otra comisión que tengo con la misma antigüedad es Relaciones Exteriores. Entonces dice: “No vamos a permitir que Lilian Samaniego sea presidenta”, y se pone él de presidente. Estaba pendiente la Comisión de Salud. “Andate ahí”, me dijeron, porque soy de profesión química. “No, tampoco”, dijo el insidioso. “De ninguna manera”. (La senadora) Noelia Cabrera me dijo que ya tenía suficiente trabajo en Conaderna (Comisión Nacional de Recursos Naturales). “Pero voy a tener que aceptar”, me dijo. Le estoy contando la secuencia. Quedaba la comisión de Equidad y Género. Si él podía vestirse de mujer, tal vez se autoadjudicaba también el cargo...
- Y ¿qué pasó con la Comisión de Amistad con Estados Unidos?
- Para integrar una comisión los senadores tienen que dirigirse al presidente y solicitar integrar esa comisión. Le dije a Patrick Kemper que yo quería ser presidenta, me dijo que no tenía problemas con ceder el cargo con tal de ser incluido como miembro. Se entera Barrios y dice: “De ninguna manera, mi bancada HC (Honor Colorado) se va a oponer. No vamos a permitir que ella sea, nunca”. Iba a ser una mesa pluralista. Armaron enseguida otra lista integrada exclusivamente por colorados oficialistas y nos incluyeron a Arnaldo, mi hermano, y yo, buscando encubrir el estilo autoritario que están tratando de imponer. Antonio Barrios ni siquiera fue elegido por voto directo. Se hizo poner senador suplente número 1. Ingresó de upa al Congreso. Se trata de alguien que nunca trabajó en una seccional colorada y al que nadie le votaría. Pregúntenle a Santiago Peña, a Pedro Alliana que digan qué aporte, qué gestión de articulación hizo este señor a favor de la Lista 1. Su papel es y ha sido siempre de lobista de la intriga...
- ¿Quiénes quedaron en la nueva comisión “De Amistad” con Estados Unidos?
- Patrick Kemper, Gustavo Leite, Antonio Barrios, Basilio Núñez, Juan Carlos Galaverna (h), Mario Varela, Javier Zacarías y Lizarella Valiente. Sacaron a toda la oposición y también a Juan Afara...
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- ¿Es la voz de Horacio Cartes, o como dice Yolanda Paredes (Cruzada Nacional), están tan inflados que cualquiera que se muestra con Cartes impone sus caprichos?
- Me sorprendió el comunicado del oficialismo de solidaridad (con Barrios) aunque últimamente ya nada nos tiene que sorprender cuando proviene de ellos. Lo claro aquí es que la gente está dolida, está cansada de estas conductas autoritarias. Estoy recibiendo una cantidad impresionante de mensajes de apoyo que proceden de todos los estratos sociales, correligionarios, gente no afiliada, de empresarios, de gremios. De ahí parte la idea de la ambulancia colorada. Están queriendo sepultar a la disidencia. No lo van a conseguir...
- ¿Usted apunta directo al presidente del partido Colorado (Horacio Cartes)?
- Le voy a prestar un libro que me gusta mucho. “Maldito entorno”, de un escritor argentino (Humberto Bonanata) criticando el entorno de Cristina Kirchner. ¿Quién no tiene un entorno en la política? Lo que vos tenés que mirar es si tu entorno construye o destruye. En este caso, Antonio Carlos Barrios Fernández destruye.
- Calé Galaverna, el “monje negro” como lo llaman, dijo que su enojo tiene nombre: IPS (Instituto de Previsión Social)
- Mira quién habla. Está viralizado todo lo que decía Galaverna de Cartes...
- Barbaridades...
- Y mire ahora dónde está. ¿Qué seriedad puede tener lo que pueda decir? Yo tengo límites. A mí me pueden criticar, me pueden atacar. Soy política. Lo único que no permito es que se me calumnie, se me humille. Yo fui funcionaria de IPS, de ahí inventan. A los tres que me calumniaron públicamente los llevé a la justicia. Me pidieron perdón. No pudieron sostener sus mentiras en los estrados judiciales.
- Usted dice que Cartes le debe la Presidencia de la República. ¿Cómo fue eso?
- Revise los archivos de su diario. Hay un artículo de (Alcibiades) González Delvalle, allá por 2011. Decía que cuando se escriba la historia del partido “le van a tener que rendir honores a Lilian Samaniego”.
- Por haber permitido...
- No soy ególatra. Tuve aciertos y desaciertos en mi vida política pero siempre actúe por convicción. Aprendí de mi papá (Ignacio Samaniego Bogarín). Nos decía siempre a los tres hermanos: “Si mantienen su palabra van a ser valorados por los amigos y van a ser respetados por los adversarios ocasionales”. El salió de Quyquyó y se hizo camino. Fue presidente de seccional 40 años sin conocer derrota. Tres generaciones votaron por él, con mi mamá María Liza González de Samaniego de soporte. Hasta hoy nuestra casa no conoce privacidad. Es la casa de todos sin importar banderías. Hasta los liberales colaboraban con él en tiempos de elecciones, con vehículos o con logística, hasta para construir la Iglesia San Vicente, la comisaría o traer el empedrado. Nos enseñaron que la doctrina del partido es el bien común. Eso es lo que ahora quieren destruir atacando a la disidencia.
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- ¿Cómo usted llegó a Presidenta? ¿Le tiraron el fardo cuando ganó Lugo?
- (José Alberto) Alderete era el presidente, (Juan Carlos) Galaverna y Nelson Argaña eran los vice. Cayó el partido. Se hace la modificación estatutaria. Me eligen vicepresidenta primera en ejercicio de la presidencia y Mario Aldo Benítez, vicepresidente Segundo. No se animaron a hacer lo que yo sí me animé por mis convicciones republicanas: A reconstruir el partido Colorado de las cenizas.
- El partido estaba desolado en el 2008. No volaban ni las moscas...
- Yo heredé un partido Colorado quebrado política y económicamente. Los funcionarios no tenían ni para su pasaje. Les pedí que me ayudaran. Se hacían vaquitas para pagar los gastos. Fui la presidenta de la crisis y le llevé al partido Colorado nuevamente al poder, primero en el 2010, ganando la mayoría de los municipios y luego en el 2013 cuando recuperamos la Presidencia (de la República). Horacio Cartes se afilió el 23 de septiembre del 2009. Se inscribió el 30 de diciembre en el Registro Cívico Permanente bajo las gestiones de Santiago Maldonado, un gran conductor de gestión política, mi maestro. Trabajamos duro, de 7 de la mañana a 10 de la noche. Llevé adelante un Partido Colorado de puertas abiertas, del respeto al disenso. Los senadores amigos de la oposición, me decían, Lilian: “Ustedes ya no van a volver más”. Yo les decía: “No conocen al Partido Colorado. Cuidado que se va a levantar el gigante”. Y tal y cual. Se levantó el gigante. Me acuerdo aquel lunes después de las municipales de 2010, el titular de su diario decía: “Se tiñó de rojo el Paraguay”, “Mayoría de municipios cae en manos del Partido Colorado”. Mi felicidad fue indescriptible. Me fui al Senado. Quería encontrarme con los amigos opositores y preguntarles: “¿Y después?”
- Arnaldo (Samaniego) fue elegido intendente de Asunción. Yo estaba hinchadísima, orgullosísima. Era la Presidenta de todos los colorados. Allí nació la ilusión para el 2013...
- ¿Qué pasó después?
- Se hizo “la convención de los sillazos” en enero de 2011. Se modificó el estatuto partidario para reducir los años de antigüedad y ser candidato a cargo electivo. Nicanor Duarte Frutos dirigía desde Buenos Aires y (Luis) Castiglioni aquí para que esa convención termine mal o que quede en cuarto intermedio y que no culmine. Los que tenían que hacerme desestabilizar eran Beto Ovelar y Rogelio Benítez. Beto me gritaba al oído, Rogelio hacía lo mismo; Beto me estiraba del pelo para que me caiga del escenario. Hicieron lo indecible para armar alboroto y suspender la convención. Pero yo, como buena seccionalera que soy, nunca dejé de conducir a pesar de los sillazos que recibí. Me acuerdo de Perla de Vázquez. Era diputada entonces. Estiró el mantel y se cayeron unos cuantos convencionales que estaban en la mesa. Desde abajo vociferaban: “¡Retirate Presidenta!”. Pero yo continué hasta que se llegó a la votación nominal. Creo que había más de 900 convencionales, de los cuales 789 dijeron sí a la modificación. Se candidató Cartes y se candidató (Arnoldo) Wiens en la misma condición. Después Wiens bajó su candidatura y entró encabezando la lista de senadores por la lista de Cartes. ¿Usted cree que un hombre al frente de la ANR podía terminar con éxito esa odisea? En ese momento el partido Colorado necesitaba de una mujer al frente de la conducción. Yo no soy feminista. Soy defensora de la dignidad de la mujer paraguaya, de la dignidad como ser humano, del aporte que damos como complemento del hombre. Se necesitaba una mujer porque la mujer siempre es componedora. Eso hice yo en el partido Colorado.
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- ¿Usted no reclamó por ese ninguneo que le hacen en el Senado?
- Me fui para decirle a Basilio Núñez (cartista, actual titular del Congreso), a quien le votamos para que sea presidente por dos años más. Le pedí que ponga orden y conduzca esta situación y se reconozca y se respete a los que somos senadores por el voto de la gente y no por capricho de nadie.