Esta semana se hizo pública la nómina de funcionarios que ingresaron como empleados al Senado en los tres meses de administración del actual presidente de la Cámara Alta, el senador cartista Basilio “Bachi” Núñez (ANR, Partido Colorado).
Entre julio de este año, cuando el senador Núñez asumió la presidencia del Senado, hasta el presente mes de octubre fueron contratadas unas 455 personas, muchas de ellas vinculadas de alguna u otra forma al senador colorado y figura de liderazgo dentro del movimiento cartista Honor Colorado de la ANR.
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La nómina incluye, por ejemplo, a la hija de 19 años de edad de una síndica de un astillero de Villa Hayes vinculado al senador Núñez. La joven acaba de terminar la secundaria, lógicamente aún no tiene título universitario, pero ostenta un cargo en el Senado con un salario mensual de ocho millones de guaraníes.
Es solo uno de los ejemplos notables en esa nómina, que incluye también a una prima de la pareja del legislador cartista y a operadores de Núñez y de otros senadores oficialistas como Hernán Rivas.
Cartes denunciaba “pésima costumbre”
La actitud del senador Núñez en la administración del Senado es contraria, irónicamente, a una opinión que su propio líder en el movimiento Honor Colorado, el expresidente Horacio Cartes, expresó cuando aún estaba en el Palacio de López.
En febrero de 2016, durante un acto de entrega de becas de la Itaipú Binacional a jóvenes postulantes, el entonces presidente Cartes cuestionó la “pésima costumbre” de los funcionarios públicos en cargos políticos que meten a allegados suyos como empleados en la función pública.
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“Les están robando a ustedes”, dijo Cartes a los jóvenes becarios reunidos frente a él en esa ocasión.
“No me van a encontrar a mí de compañero de esa pésima costumbre que por décadas y décadas ya asaltó a bastantes generaciones”, agregó Cartes en su discurso. “Y somos nosotros los políticos los principales responsables de la falta de oportunidades para muchos de ustedes”.
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Ocho años después, uno de los principales colaboradores de Cartes – actual presidente del Partido Colorado – en el Congreso aprobó la contratación de personas sin preparación académica ni otros méritos aparentes, más allá de ser hurreros y operadores políticos suyos.