El presidente de la República, Santiago Peña, suscribió ayer la Declaración de Chapultepec, en la inauguración de la 80ª Asamblea General de la SIP, que se lleva a cabo en Córdoba, Argentina. En su discurso, reiteró su “compromiso con la libertad de prensa, en forma inequívoca y entusiasta”, pese a que en el país se vive un clima de hostilidad contra el periodismo libre y crítico.
Afirmó que la prensa paraguaya, sin dar nombres, sigue en “la lógica de la dictadura”. “Tanto para los políticos como también para los medios no tiene, en mi humilde opinión, mucho sentido. Veo todavía a algunos medios de prensa de mi país aprisionados con un enfoque perimido, en lugar de tener en cuenta los problemas actuales. Como todo en la vida, el aggiornamiento no es solo una linda palabra del italiano, sino una necesidad vital”, dijo.
Señaló que en la actualidad el periodismo paraguayo se enfrenta a tres principales desafíos: la inteligencia artificial, la post-verdad y la polarización. “Y he ahí el gran riesgo de la posverdad: ya no hay un mundo de blanco/negro, de verdadero/falso, sino un mundo gris, espeso, oscuro, en el que se impone el que tiene más fuerza, o más seguidores, o peor: el que puede comprar más algoritmos”, expresó. Sobre la “polarización”, indicó que es “cada vez mayor en los medios de prensa”.
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“Hoy día parecería ser que todo medio de prensa responde a una visión especial de las cosas. O de izquierda o de derecha. O conservador o progresista. Es decir, el medio no responde más a la información, a la realidad, sino al sesgo del grupo que es propietario del medio”, manifestó el Presidente.
Peña dijo, además: “No es fácil lo que estoy planteando, ya que la realidad de que muchos medios de prensa hoy son apenas un brazo ejecutor de un conglomerado empresarial es una situación quizá irreversible. Pero no podemos dejar de hablar del problema, porque es un problema real. El ciclo es evidente: primero, la prensa se polariza; luego, se polariza la población; finalmente, la comunidad toda. Y una comunidad polarizada es una que vive en el borde del abismo del autoritarismo, y su perverso hermano gemelo, el populismo”.
Refirió que “estas desviaciones ven felices la polarización, como su caldo de cultivo. No, la libertad de prensa debe resistir a los intereses, y debe luchar por ese ideal tan difícil como hermoso: la objetividad al contar las cosas”, indicó.
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¿Qué dice la Declaración?
La Declaración de Chapultepec, desde su redacción en 1994, ha establecido estándares para la libertad de prensa en las Américas y ha sido suscrito por 52 jefes de Estado. Paraguay la ratificó en el 2007.
En uno de sus puntos más significativos refiere que “solo mediante la libre expresión y circulación de ideas, la búsqueda y difusión de informaciones, la posibilidad de indagar y cuestionar, de exponer y reaccionar, de coincidir y discrepar, de dialogar y confrontar, de publicar y transmitir, es posible mantener una sociedad libre”.