Tras un extenso debate en etapa de oradores, la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad de los presentes la declaración Nº 538 “Que expresa su profunda preocupación por los hechos acontecidos en las elecciones desarrolladas el pasado 28 de julio en la República Bolivariana de Venezuela y acompaña el pedido de transparencia y auditoría de los resultados de la comunidad internacional”. El documento tiene un tenor más suave que lo que fue el debate, donde trataron de “dictador” y “gorila” a Nicolás Maduro.
Se presentaron tres propuestas, siendo la más contundente la que planteaba que la Cámara Baja “no reconoce la fraudulenta victoria” de Maduro, algo que luego no quedó plasmado en el texto final.
Sugestivamente, el Gobierno de Santiago Peña, que además tiene mayoría absoluta propia en Diputados, se muestra un tanto tibio, a diferencia de países como Perú, que directamente reconocen como presidente al opositor venezolano Edmundo González.
De hecho, el movimiento oficialista Honor Colorado (cartismo) no escapó a la crítica, ya que su “repudio” contra la dictadura de Maduro no se condice con sus propias acciones autoritarias, y así se lo hicieron saber los diputados opositores.
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“El muerto se asusta del degollado”, afirmó por ejemplo el diputado Guillermo Rodríguez (Yo Creo), que la par de repudiar la “narcodictadura instalada por Nicolás Maduro”, también advirtió que, de la mano del cartismo, “vamos a vivir exactamente lo mismo que está pasando Venezuela, vamos a tener presos políticos e instituciones absolutamente sometidas por este modelo de gobierno que pretende perpetuarse”.
El diputado Raúl Benítez (Partido Encuentro Nacional) también hizo notar la “hipocresía”, con un cartel colgado en su lugar con la frase “respeto a la voluntad popular”, que hacía alusión a la expulsión de la senadora Kattya González (PEN) perpetrada por HC.
Cartista pidió dejar descansar en paz a Stroessner
La mayor incoherencia salió de boca del diputado cartista Germán Solinger, que pidió “dejar descansar en paz” al nefasto dictador local, Alfredo Stroessner.
“Quiero pedirles un poco a los amigos y amigas que le dejemos un poco descansar al Gral. Stroessner” ya que “yo creo que de lo que hoy pasa creo que no tiene la culpa y que le dejemos descansar en paz”, dijo Solinger, que “olvidó” a los miles de muertos, exiliados y desaparecidos y otros males que dejó el stronismo.
Los diputados colorados Alejandro Aguilera (cartista) y Daniel Centurión (Fuerza Republicana) también intentaron diluir la crítica al Partido Colorado, con la cantinela de que también hubo dictadores liberales en la época de la “anarquía” antes de 1954.
Otro que intentó minimizar la crítica fue el cartista Héctor “Bocha” Figueredo, que pidió “bajar los decibeles” y tratarse de “colegas” y no de “stronistas, bandidos, corruptos u otros términos despectivos y descalificativos”.
Por su parte, el diputado Mauricio Espínola (ANR, FR) pidió al presidente Santiago Peña no ser “gatopardista” en su repudio a Maduro. ¿Está o no está con el dictador, señor Presidente (Peña)?, cuestionó, ante la postura “guabinosa” del Gobierno actual, y le pidió, que Paraguay reconozca a González como presidente.