La senadora Kattya González (PEN), quien fue destituida el pasado 14 de febrero por parte de una mayoría de 23 senadores cartistas y sus satélites y aguarda el fallo de la Corte para su retorno al Senado, reflexionó sobre el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (IDH) a favor del fundador y entonces director de ABC Color, Aldo Zuccolillo.
La exlegisladora opositora –que reunió más de 100.000 votos en las elecciones pasadas– menciona que para los trabajadores de la prensa independiente que están siendo amenazados, señalados y perseguidos por el cartismo, el fallo de la Comisión Interamericana es una luz de esperanza y un gran compromiso para seguir resistiendo.
González señala que el caso de la sentencia de la Comisión Interamericana, siguiendo la línea interpretativa del cumplimiento de los tratados internacionales, es vinculante para el Estado paraguayo y reitera un precedente muy importante que es el respeto a la libertad de expresión, de pensamiento y de libre ejercicio del periodismo, sobre todo cuando los investigados o criticados son funcionarios públicos.
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“Es importante entender que en democracias frágiles y de alto sometimiento político del Poder Judicial las demandas por difamación y calumnia han sido utilizadas por actores políticos para amedrentar y silenciar voces en indisimulada complicidad con magistrados y fiscales”.
Despenalización de la difamación, calumnia e injuria
La exsenadora resalta la importancia de la recomendación de la CIDH de despenalizar la difamación, calumnia e injuria cuando los supuestos agraviados sean funcionarios públicos.
“El mensaje de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el caso Aldo Zuccolillo debe ser evaluado por nuestro sistema de justicia, más aún, cuando legisladores (especialmente) están haciendo uso y abuso de estas acciones para blindarse ante las críticas ciudadanas o de otros sectores políticos y así amenazar y amordazar a voces disidentes”, cuestiona.
Menciona que en el contexto sociopolítico de este avance autoritario siguen esperando el “coraje cívico de jueces y fiscales para enfrentar y poner freno a la soberbia que pretende aplastar y hacer añicos nuestras instituciones. Nunca seremos una democracia de verdad sin una justicia independiente, sin una justicia que le diga ‘no’ a políticos inescrupulosos que usan el sistema para blanquearse y pretender aparecer como honestos o perseguidos por la prensa”, cuestiona.