La parlamentaria por el partido País Solidario Johanna Ortega pidió la palabra este miércoles durante la etapa de oradores en la sesión de la Cámara de Diputados.
En su discurso, habló sobre la lealtad en la política y lanzó un duro mensaje contra los tránsfugas.
Dijo que no le sorprenden los hurreros de siempre, sino los que se dedicaron a ser hurreros solamente para no perder el poder que tenían.
La conducta de quienes “rápidamente se dieron vuelta” le hizo reflexionar sobre las formas de hacer política, dijo, y calificó esta cualidad como “demasiado importante” para la práctica de esta función.
Resaltó importancia de previsibilidad
Añadió que la previsibilidad es una de las características fundamentales para quienes ejercen la política. “Es necesario saber lo que va a hacer tu compañero y también el adversario, pero sobre todo el que está a tu lado. El día que yo desconfíe de cómo va a votar Raúl Benítez o Rocío Vallejo, le pido al presidente de la Cámara que me cambie de lugar, porque cuando deje de ser previsible nuestra conducta política, lo habremos perdido todo”, analizó la parlamentaria.
Señaló que como funcionarios elegidos por el pueblo deben cuidar la coherencia y la credibilidad.
En referencia a algunos de sus colegas dijo que es “muy difícil de corregir este tipo de conductas por el camino”. En este sentido, dijo que valora a quienes siempre estuvieron de un lado y del otro, pero le cuesta creerles “a quienes rápidamente saltan de un muro”.
Lealtad no debe ser solo “cuando nos conviene”
Esta conducta, analizó la parlamentaria, “tiene que ver con los valores que cada uno imprime en su práctica política cotidiana”.
Advirtió que si la lealtad en política se convierte en algo que “practicamos cuando nos conviene, definitivamente nuestra conducta terminará degradando la escasa democracia que tenemos”.
Por eso, opinó Johanna Ortega, “sería más digno mantener el silencio y no demostrar a plena luz que no solo estamos rodeados de desleales, sino que para algunas personas todo tiene un precio”.