El último informe oficial del Instituto Forestal Nacional (Infona) señala que Amambay y Canindeyú (también fronterizo con Brasil) son los dos departamentos más afectados por las plantaciones de marihuana.
Según este estudio, entre 2020 y 2022 se han deforestado 3.474 hectáreas de bosques para destinarlas a la marihuana en Amambay. La cifra representa el 34,3% de las 10.115 hectáreas de bosques derribados en ese mismo periodo en la región Oriental del país.
Lea más: Eliminan varios campamentos narcos en Amambay
Una simple revisión de imágenes satelitales muestra cómo se van formando decenas de parcelas -cada una de ellas puede abarcar entre dos a tres hectáreas- en las zonas boscosas del Amambay.
La comparación satelital entre lo que se tenía años atrás y lo que se tiene en la actualidad es brutal: En el 2013, aquel bosque verde oscuro, que cubría varias hectáreas, hoy está convertido en desmontes para plantación ilegal.
Según un reporte técnico privado, en la zona del Parque Nacional Cerro Corá, que además de ser un área protegida con gran valor de biodiversidad, tiene su valor histórico para el país, se registran unas 50 hectáreas de cultivo ilícito activos.
Lea más: Desmantelan complejo narco con más de cinco toneladas de marihuana
El Observatorio Paraguayo de Drogas, dependiente de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), considera que el 95% de la producción de marihuana de Paraguay se concentra en tres departamentos. Además de Amambay, figuran Canindeyú y San Pedro.
Intervenciones
En lo que va de este año, la Senad reportó varios operativos en el Amambay.
El 26 de junio pasado culminó uno de los más importantes, llamado “Operación Nueva Alianza 45″, que tuvo la participación de la Policía Federal de Brasil. Los especialistas indican que el brasileño es el principal mercado de la marihuana que sale de Paraguay.
Lea más: Infona: Marihuana es principal razón de deforestación en región Oriental
Según la Senad, con “Nueva Alianza 45″ se destruyeron 1.000 hectáreas de cultivo ilegal en cinco distritos y se dejó fuera de circulación cerca de 3 millones de kilos de la droga.
Pese a estos números, los narcos siguen operando en la zona de frontera con Brasil, amenazando los últimos bosques del Amambay, que perdió 8.632 hectáreas de bosques nativos entre 2020 y 2022, según Infona.