El senador Silvio “Beto” Ovelar (ANR, HC) había favorecido a un grupo de 11 funcionarios del Senado que se acogieron al programa del retiro incentivado presupuestado la suma de más de G. 4 mil millones. Lo hizo con la promesa de suprimir los cargos aunque siempre aclaró que la decisión final recaería en el próximo presidente del Senado.
Basilio “Bachi” Núñez (ANR, HC) dijo que respeta la intención de Beto, pero que no leyó el proyecto de ley. Tratando de eludir la responsabilidad sobre las decisiones del cartismo y de sus aliados, dijo que no es una cuestión del cartismo concretar la intención de la supresión de cargos, ya que ellos son solo 16 senadores, cuando la composición está integrada por 45 senadores.
Cuestionó que cuando él asume la presidencia se presenta la intención de hacer todos los recortes. “Yo voy a hacer lo que corresponda, lo mejor que va a ser para la institución, si voy a necesitar esos cargos con personas de confianza del equipo político, que vamos a trabajar a partir del 1° de julio vamos a disponer de esos cargos”, dijo Núñez.
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“No voy a hacer una especie de maniqueísmo de querer quedar (bien) con la gente bien y no disponer de cargos”, enfatizó.