Han pasado nueve meses desde que en septiembre del año pasado se haya dado a luz a los primeros “nepobabies” de legisladores de ambas cámaras del Congreso, y los casos de nepotismo crecen a ritmo acelerado, motivados por la impunidad campante.
A diferencia de los “nepobabies” del Congreso, que hay de todos los partidos y colores, los lugares más cotizados por los altos salarios y privilegios –las binacionales Itaipú y Yacyretá y sedes diplomáticas (embajadas y consultados)–, están reservados principalmente para los cartistas y algunos satélites con alto grado de lealtad.
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Al menos 18 diputados y senadores del actual periodo tienen o tuvieron a parientes ubicados en las binacionales o en el servicio exterior, todos ellos siendo nombrados sin pasar por concurso de méritos y aptitudes, y con salarios que van desde los G. 15.165.000 hasta los G. 154.518.455 (ver info).
De hecho, tanto el director de Itaipú Binacional, el exdiputado cartista Justo Zacarías Irún, como el de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), el exdiputado y exgobernador de Ñeembucú (también cartista), Luis Benítez, ocupan el cargo por favores políticos.
En Itaipú, los mayores salarios corresponden al propio Justo Zacarías, cuya esposa es la líder de bancada de Honor Colorado en Diputados, Rocío Abed, seguido de la directora jurídica y esposa del actual presidente del Congreso, Silvio “Beto” Ovelar, Magnolia Mendoza.
Coincidentemente, legisladores que tienen a familiares en las binacionales también se han alineado al oficialismo, como es el caso del hermano de Justo, el senador Javier Zacarías Irún; los diputados Bettina Aguilera, Rubén Roussillón y Germán Solinger, que fueron electos por la disidencia colorada (Fuerza Republicana) y ahora ya son oficialistas.
También hay casos de “nepo-rekutu”, como el de Fátima Brunaga, hermana del diputado cartista Christian Brunaga, que primeramente fue una de las “nepobabys” en Diputados, y ahora ya está “mucho mejor” en Yacyretá.
Botín en el exterior
“La Cancillería es un gran árbol de nepos que debería ir la prensa un poquitito a ver, ahí sí hay parientes y de sangre azul”, dijo el sábado pasado el diputado colorado oficialista Hugo Meza, cuando de hecho nuestro diario ya se encargó de revelar que los consulados y embajadas son el nuevo botín codiciado por los políticos para ubicar a sus familiares.
Esto ya se vio con el caso de Magida Esgaib, hija del diputado cartista Yamil Esgaib, y ahora se sumaron la cuñada del próximo presidente del Congreso, el cartista Basilio “Bachi” Núñez, y del hermano del diputado Domingo Adorno. Tampoco es algo nuevo, la senadora colorada Lilian Samaniego que desde hace varios períodos tiene a su esposo como cónsul en Foz de Yguazú, Brasil.
Iniciativa popular anti “nepotismo cruzado”
Luego de que estallara el escándalo de los nepobabies, desde varios actores políticos, incluido el Ejecutivo, plantearon supuestas “soluciones” a la problemática del “nepotismo” que por ahora duermen en el Senado. Solo una de ellas, la iniciativa popular “Chau nepotismo” pretende también evitar casos de “nepotismo cruzado”, que es ubicar a parientes en otras instituciones.
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En Senado están pendientes de estudios un proyecto con media sanción de Diputados, y las propuestas de los senadores Eduardo Nakayama (liberal), Basilio “Bachi” Núñez (ANR, cartista), a más del citado “Chau Nepotismo”, que pese a tener el respaldo de más de 61.000 ciudadanos, tendería a ser relegado en el estudio.
De las cuatro propuestas, esta última es la única que plantea una prohibición de nombrar o contratar a parientes de autoridades de los tres poderes, en cualquier institución, pudiendo ingresar estos a la Función Pública únicamente sometiéndose a concurso de méritos y aptitudes.
Ya se encuentra vigente la Ley Nº 5295/14 que “prohíbe el nepotismo en la Función Pública”, que en su artículo 1º establece que “se entenderá por nepotismo, cuando una persona, facultada para nombrar o contratar en cargos públicos, realiza uno de esos actos a favor de su cónyuge, concubino o parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, en violación a las normas que regulan el acceso a la función pública”.
El argumento para evadir la ley es que supuestamente solo los ordenadores de gastos están impedidos para ubicar a sus parientes no así a los de otros correligionarios o amigos.
Complicidad de Santi Peña
Así como en su momento trató de justificar la aberración del “Des-desafuero” de Senadores e intentó defender al senador cartista Erico Galeano, acusado por presunto lavado de dinero y vinculado a procesado por el caso “A Ultranza”, el presidente Santiago Peña en varias ocasiones defendió dar cargos a parientes de los “correlíes”.
La defensa más reciente fue en el caso de Magida Esgaib, hija del diputado cartista Yamil Esgaib, respecto a quien alegó que era un “cupo político”. Sin embargo, lo más grave fue que promulgó la aniquilación de la Ley contra conflicto de intereses en la Función Pública, eliminando la obligación de declarar parientes en la cargos públicos.