Hoy se recuerdan los 25 años del conocido Marzo Paraguayo, un acontecimiento que marcó la historia democrática. Siete ciudadanos perdieron sus vidas durante las protestas desencadenadas por la crisis política que se vivía. Los manifestantes salieron a las calles ante la amenaza que sufría la democracia cuando apenas asumió (agosto de 1998) y por medio de un decreto el presidente Raúl Cubas liberó al exgeneral Lino Oviedo de la cárcel cuando debía cumplir una condena de 10 años de prisión.
La indignación ciudadana se maximizó el 23 de marzo de 1999 cuando el vicepresidente de la República, Luis María Argaña, fallecía en un atentado en Asunción. Las manifestaciones fueron subiendo de tono con los días y en un momento se sumaron los campesinos que cada año marchan en la capital.
Cubas y Argaña eran rivales políticos pero habían formado la chapa presidencial por el Partido Colorado debido a que el candidato opositor a Argaña, Lino Oviedo, quedó inhabilitado al ser condenado a 10 años de prisión por un intento de levantamiento militar contra el anterior presidente Juan Carlos Wasmosy.
Gladys Bernal, madre de Henry Díaz, quien falleció de dos disparos en la cabeza durante las manifestaciones de marzo de 1999, situación derivada de la crisis política luego del asesinato del entonces vicepresidente, Luis María Argaña, manifestó que hasta ahora tiene la memoria intacta, a pesar de los años.
“Tengo una memoria intacta. Hace 25 años, año tras año, hacemos memoria por quienes lucharon “, sostuvo Bernal. Cada 26 de marzo, un grupo de ciudadanos se reúne en la Plaza de Armas para recordar esa fecha.
“Estamos acá para recordarlo. El día que los olvidemos sería demasiado triste”, expresó la madre. Detalló que en la Plaza de Armas, los presentes pusieron sus memorias de aquella fecha, la Bandera Paraguaya, las fotos de los “héroes de la democracia”.
Como comentario de la realidad política del país Bernal refirió que lastimosamente la justicia paraguaya ya no va a existir más.
Se inició con el magnicidio del vicepresidente Argaña
El conocido Marzo Paraguayo se inició con el magnicidio del vicepresidente de la República Luis María Argaña. Este había sido acribillado con ráfagas de ametralladoras, escopetas y pistolas en la mañana del 23 de marzo en Asunción. De inmediato, el Parlamento acusó al Ejecutivo, mientras que la Junta de Gobierno pidió la renuncia del presidente Raúl Cubas Grau y acusó del hecho a Lino César Oviedo.
Por su parte, Lino César Oviedo y su familia habían salido del país, rumbo a Argentina, pero fueron demorados en San Fernando por efectivos de las Fuerzas Aéreas en una requisa. Viajaban con documentos falsos. Lino Oviedo quedó detenido.
Con manifestación, ciudadanos pedían un mejor Paraguay
Por otro lado, las plazas del Congreso se llenaban de jóvenes que exigían un mejor Paraguay. También los campesinos, que se encontraban en Asunción para su marcha anual, se sumaron a la multitud. Posteriormente, la plaza se manchó de sangre y se contabilizaron varios muertos y heridos.
Los reconocidos “Héroes de la democracia paraguaya”, que fallecieron en esa manifestación, son: Manfred Stark González, José Miguel Zarza Caballero, Víctor Hugo Molas Gini, Armando Daniel Espinoza Cardozo, Henry Daniel Díaz Bernal, Cristóbal Espínola Cardozo y Tomás Rojas.
También se inició el juicio al entonces presidente de la República, Raúl Cubas Grau, acusado por mal desempeño de sus funciones, que finalmente fue archivado ante su renuncia. En su reemplazo asumió el cargo Luis Ángel González Macchi, quien se desempeñaba como presidente del Congreso.
La renuncia de Cubas, el 28 de marzo de 1999, generó una alegría común en la Plaza de Armas. Familias enteras llegaron hasta el sitio y celebraron el inicio de una nueva era.