El obispo del vicariato apostólico del Chaco, monseñor Gabriel Escobar, profundizó las críticas que lanzó ayer en su homilía con respecto a la actual situación de sometimiento al poder fáctico en detrimento de los intereses de la mayoría.
En ese sentido, lamentó que mientras las rencillas dominan la agenda política, las necesidades del pueblo pasan a un segundo plano. “Ese paraguayo de a pie se está preocupando por cómo llevar el alimento a su casa o llegar a su lugar de trabajo. Ciertas necesidades básicas no puede ser que no puedan ser atendidas por nuestras autoridades”, lamentó.
Aseguró que, ante la orfandad que siente la población por parte de sus autoridades, es a los pastores de la Iglesia a quienes acuden “porque tienen esa esperanza al menos de hablar con las autoridades, de denunciar y ver cómo encaminar esas necesidades”.
“Para que este país funcione bien, evidentemente, nuestros tres poderes tienen que ser capaces de hacer bien su trabajo, estar en diálogo, pero respetando cada una de estas instituciones”, agregó.
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Vamos camino a una dictadura, refirió
El obispo manifestó que, según su visión, estamos caminando hacia la dictadura. “Me refiero a las situaciones que se van dando, que al final parece que es una persona la que da las orientaciones o la que dice lo que se tiene que hacer, lo que tiene que hacer el Poder Judicial o el Legislativo, y esto nos recuerda a lo que hemos vivido hace 36 años: la dictadura”.
“A mí me tocó vivir ya el coletazo (final), pero les escuchaba a mis parientes y conocidos también lo que significa vivir en un país donde parece que todos te tienen que decir lo que tenés que hacer y no tenés esa capacidad de opinar o de disentir”, remarcó.
“En el Parlamento están distintos partidos políticos y yo creo que el disenso, el escucharnos, nos hace bien también para construir la República, pero si nosotros queremos unificar y solamente queremos poner un estilo de pensamiento, es un mal signo”, reclamó.
Lamentó que mientras alentamos a nuestros niños y jóvenes a que estudien para salir adelante, personas con nula preparación son elegidas para ocupar cargos de relevancia para la democracia, en relación al caso de Hernan Rivas. “En nuestras autoridades vemos mentira, vemos falsedad, no vemos transparencia”, agregó y reclamó integridad a las autoridades públicas.
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Llamó a la ciudadanía a salir del estoicismo
Monseñor Escobar reclamó a la ciudadanía que deje de sufrir en silencio y que reclame sus derechos. “Uno prefiere callarse, pero sin embargo, va sufriendo como un estoico. El sufrimiento parece el estado al cual nosotros estamos llamados a vivir y no es así”, enfatizó.
“Tenemos que manifestar, tenemos que hablar, tenemos que denunciar y exigir a nuestras instituciones públicas que cumplan con su trabajo, sin excepción alguna”, agregó.
“A mí me llama la atención que en el caso del fiscal (Marcelo) Pecci todavía no se pueda definir también aquí en la Justicia. Allá en Colombia ya se pudo definir, pero aquí se tiene que ver todavía algunas situaciones y, sin embargo, nosotros nos preocupamos por sacarle a una senadora. ¿Dónde sopesamos qué es lo esencial?”, reclamó.
Escobar señaló que la prosperidad es a donde tiene que marchar el país, no solamente para el macro, sino también en la microeconomía, para que alcance a todos en sus necesidades básicas.
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