Millonarios sillones del Congreso no “sientan” bien a todos

Los nuevos y millonarios sillones parlamentarios tuvieron su estreno ayer en la sesión preparatoria de la Cámara de Diputados, y no solo les sentaron mal y despertaron críticas de los legisladores, sino que incluso el diputado Jatar “Oso” Fernández (ANR, bancada B) debió cambiarlo por uno más viejo, pero confortable.

El diputado Jatar Fernández tuvo que solicitar otro sillón (de negro) ya que el nuevo no le sirvió. A su lado, los demás colegas si utilizaron los nuevos mobiliarios.virgilio vera
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Durante el receso parlamentario, se cuestionó duramente que el Congreso gaste G. 5.733.031 por cada sillón legislativo (en total se pagaron G. 1.266.999.851), mientras, por ejemplo, en las escuelas faltaban pupitres. Al culminar la sesión, Fernández, quien tiene una contextura física robusta, reclamó que ni siquiera cabía en la silla nueva. Mostró mayor conformidad con los anteriores sillones.

Los nuevos sillones, a simple vista se aprecia que no tienen la misma solidez que los anteriores, algo que fue percibido también por otros diputados, que de manera informal comentaron que los anteriores daban mayor confiabilidad para recostar la espalda temor a caer.

El diputado Jatar Fernández tuvo que apelar a un sillón antiguo, pero más ámplo y confiable.

Cabe destacar que tras la fuerte crítica ciudadana, el presidente del Congreso, senador Silvio “Beto” Ovelar (ANR, HC) anunció una subasta de los anteriores mobiliarios con el fin de recuperar parte de lo invertido en la renovación, pero de momento esto aún no se concretó.

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