La semana pasada, Lilian Samaniego admitió que aspira ser la primera mujer titular del Congreso, así como otro colega y que lo ideal sería plantear a un sólo candidato o candidata. Samaniego había recordado al líder de la bancada cartista, Basilio “Bachi” Núñez, que existe un compromiso del presidente Santiago Peña para que un disidente colorado presida el Senado.
Agregó que conversó con “Bachi” Núñez y que le comentó lo que el año pasado había acordado con Peña y con el vicepresidente de la República, Pedro Alliana, sobre el compromiso de que la titularidad del Senado a partir del 1 de julio recaiga en un colorado disidente.
“Él (Núñez) sabe del compromiso que hubo del Presidente y del vicepresidente cuando fuimos para votar por Silvio “Beto” Ovelar, sin haber hablado con Beto, porque el compromiso lo hacía el Presidente y el vicepresidente, de que en esta ocasión nos correspondía a la disidencia la presidencia”, había dicho Samaniego.
Lilian reivindicó el compromiso y dijo que los colorados disidentes trabajaron por la lista 1 para que el presidente sea presidente y el vicepresidente sea vicepresidente, “lo cual nos da derecho a hacer esa posición antes del año pasado. Veremos si cumplen (el pacto de alternar la presidencia de un colorado cartista a un disidente)”, había señalado la parlamentaria.
Samaniego había negado fricciones con los opositores y aseguró que la fallida sesión para restituir a la senadora Kattya González (PEN) a su banca no cambian las relaciones. El G7 está integrado por Lilian y Arnaldo Samaniego, Blanca Ovelar, Juan Afara, Óscar Salomón, Mario Varela y Luis Pettengill.