El obispo de la diócesis de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, durante la misa dominical habló sobre la expulsión de Kattya González (PEN) de la Cámara de Senadores. Dijo que esa situación representó un grave retroceso en la democracia.
Monseñor Ricardo Valenzuela hizo suyas las palabras del comunicado de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) y aseguró que la Iglesia está preocupada por el proceso de deterioro de la institucionalidad democrática de nuestro país.
“Desearíamos que se cumplan todas las normas establecidas para poder salvaguardar la democracia. Solo de esa manera se podrá conservar la paz de nuestro pueblo”, dijo monseñor Valenzuela en Caacupé.
El religioso leyó nuevamente el comunicado de los obispos al término de la misa dominical y los feligreses aplaudieron las fuertes palabras en donde se repudia la expulsión de la senadora opositora impulsada por los cartistas y sus aliados.
“Lamentamos mucho lo ocurrido en el Senado y esperemos que las autoridades reflexionen sobre esta situación que representa un grave retroceso”, dijo el obispo.
Lo que dijo la CEP sobre la expulsión de Kattya González
El viernes último, a través de un comunicado, los obispos del Consejo Episcopal Permanente de la CEP sentaron postura con relación a la expulsión de Kattya González y señalaron que “ha dejado dudas en cuanto al cumplimiento de las formalidades legales y reglamentarias”, que fue leído de nuevo ayer ante una gran cantidad de fieles en Caacupé.
“Observamos con dolor un proceso de deterioro de la institucionalidad democrática de nuestro país”, rezaba parte del pronunciamiento.
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En otro apartado se insiste en que es necesario que las instituciones del país sean conducidas “con la altura moral y ética, así como la idoneidad de sus miembros, y en el respeto de los procesos y procedimientos establecidos en el marco legal vigente”.
Los obispos indicaron que la situación “pone en riesgo y lastima el sistema democrático cuando la lucha por el poder y los intereses de grupos de poder interfieren y se anteponen al bien común y al fortalecimiento de los Poderes del Estado”.
En la parte final, el comunicado de los obispos subraya “que es obligación de todos, especialmente de quienes ocupan cargos electivos, respetar, cumplir y salvaguardar los mandatos de nuestra Carta Magna”.
Y enfatiza que “la dictadura está fuera de la ley”, haciendo una clara alusión al autoritarismo cartista.