Tras la expulsión de Kattya González del Senado, el C.A.A.P. (Colegio de Abogados de Alto Paraná) comparó la actual situación de la democracia paraguaya con una crisis desatada en Roma hace más de 2.000 años y recordada por la frase en latín ¿“Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra? (¿Hasta cuándo abusarás, Catilina, de nuestra paciencia?)”.
La frase pertenece al cónsul Marcos Tulio Cicerón, quien la pronunció en el Senado de Roma en el 63 a. C., tras ser informado de un plan de golpe orquestado por su adversario político Lucio Sergio Catilina. La conjuración incluía sobornos y crímenes políticos.
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“El Paraguay del Siglo XXI también tiene sus propios Catilinas, quienes de forma sistemática han venido monopolizando los espacios de poder, con el propósito inocultable de acaparar todos los cargos y funciones del Estado para concentrar el mando de la Nación en un solo grupo, o, peor aún, en una sola persona”, remarca un fragmento del comunicado emitido por el C.A.A.P.
El gremio advierte que esta hegemonía de hecho tiende aceleradamente hacia la autocracia, sistema que ha castigado a nuestro país desde su independencia hasta hace apenas treinta años, dejando heridas sin restañar, malos recuerdos y sangre derramada.
Expulsión de Kattya González: crimen contra la democracia
Según el C.A.A.P., en épocas anteriores se recurría al crimen para la eliminación de adversarios o a los golpes de Estado para derrocar a un Gobierno. Actualmente se hace lo mismo, pero con más sutileza.
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“No hay eliminación física del adversario, pero sí una eliminación pretendidamente legal, que no deja de ser un crimen, tal vez más grave, por cuanto se va matando lentamente el sistema republicano de gobierno y la democracia”, recalca el comunicado.
El gremio igualmente sostiene que las mayorías coyunturales en los órganos legislativos no son cheques en blanco para perpetrar abusos, fraudes y arbitrariedades, al indicar que tanto las mayorías como las minorías deben respetar la Constitución y las leyes.
“La burda manera en que la senadora Kattya González fue despojada de su banca, no se puede pasar por alto. Para el efecto se hizo valer una ajustada mayoría simple de 23 votos, cuando el reglamento vigente, que ni siquiera fue derogado o modificado, exige una mayoría absoluta de treinta votos”, cuestiona el gremio.
Las causales invocadas por los cartistas y sus aliados para expulsar a Kattya González fueron calificadas como “pretextos ensayados” por el C.A.A.P. “Ni remotamente pueden ameritar la más severa sanción que el cuerpo legislativo puede aplicar a sus miembros. Lo que se hizo, entonces, no fue más que acallar una voz disidente en el Senado”, puntualizó.