Un video que captura un fragmento de un programa de la cadena La Nación de Argentina, en la plataforma TV, causó gran revuelo entre la platea paraguaya y boliviana que se sintió ofendida por las declaraciones de un economista invitado, que asegura que “no cuentan con capacidad intelectual”.
Corriente de inmigración
El economista argentino Luis Palma Cané comentaba que en el vecino país cuando todavía no había llegado Perón, “donde empieza realmente el populismo”, no se tenía la misma corriente de inmigración que se tiene ahora.
“Los paraguayos, los bolivianos, sin ser peyorativos, gente que no tiene ninguna capacidad intelectual de trabajo”, dijo.
Estas declaraciones se dieron dentro del marco de un debate sobre la ley “ómnibus”, que se trata hoy en el Congreso en una maratónica sesión.
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La ley ómnibus
Se trata de una propuesta del presidente, Javier Milei, con el objetivo de desregular el sector económico en lo laboral, comercial, inmobiliario, aeronáutico, salud y hasta el de los clubes de fútbol.
Son más de 600 artículos de la “ley ómnibus” que modifican una veintena de leyes.
Reacciones desde Paraguay
El exdiputado Sebastián Acha respondió con un posteo en su perfil de “X” (ex Twitter).
“Podrían dar derecho a réplica a algún representante intelectual sin sesgo tan marcado como el señor invitado? Sería interesante saber qué él entiende por “capacidad intelectual”. Probablemente pudo cultivar la suya mientras un paraguayo o boliviano le limpiaba el baño”, indicó.
José Luis Cartes Yegros, internauta, escribe: “Tengo un amigo mío que vive en Buenos Aires y es médico cirujano… Pero para no apañar las declaraciones de este personaje, les pongo algunos paraguayos “descerebrados” que pasaron parte, o pasan aún, en Argentina”, y comparte fotos de Augusto Roa Bastos, premio Cervantes; Arnaldo André, actor; Arsenio Erico, futbolista, y José Asunción Flores, compositor.
Silvia Lukman, escribió en su perfil de “X”: “¿Por qué ofenderse? Esa es la percepción que tienen de nosotros en el exterior. Exportamos (albañiles y empleadas domésticas), es lógico que nos vean como ignorantes y sin preparación. Esa es la herencia del stronismo; hay que aceptar la realidad”.