La Cámara de Senadores cuenta con encargados de limpieza desde planta baja hasta el tercer piso y su única tarea es la de “verificar” el trabajo que realizan trabajadores de una empresa tercerizada encargada del servicio de limpieza.
Los funcionarios permanentes, según las nóminas de la Cámara de Senadores y del Congreso Nacional, cuyo ordenador de gastos es el senador Silvio “Beto” Ovelar (ANR, HC), devela los altos salarios que se asignan a los privilegiados funcionarios que, además, gozan del seguro médico vip que no se les descuenta del sueldo.
Los salarios de los “fiscalizadores” de limpieza van desde G. 12.350.000 a G. 5.200.000. Mientras que funcionarios contratados perciben G. 2.250.307 mensuales. Sólo en sueldos para el pago de funcionarios del área de Limpieza se destina la suma de G. 114.848.210.
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Entre los funcionarios con mas alta remuneración se encuentra Migdonia Alicia Fernández Vila quien figura como permanente con un salario de G. 12.350.000 y figura como Coordinadora de Limpieza de la Dirección de Mantenimiento.
Otros que ganan millones por controlar a los que trabajan en Senado
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También Marciana Graciela Ayala Santillán, cuyo salario es de G. 11.830.000 con el cargo de Jefa de Limpieza de la Comisión Bicameral de Presupuesto.
Asimismo, Christian Daniel Moreno Orrego, quien percibe un salario de G. 11.200.000 y fue designado como Jefe de Cafetería y Limpieza de la Dirección de Servicios Generales.
La Presidencia del Congreso, la Comisión Bicameral de Presupuesto, al igual que la guardería del Congreso, cuentan con jefas exclusivas de limpieza.
Pese a las sumas millonarias que el Congreso ya destina para sus funcionarios de limpieza, Beto Ovelar, mediante una resolución de octubre pasado, adjudicará hasta el 2025 al Consorcio de Limpieza M2 la suma de G. 6.240 millones.
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Según denuncias anónimas realizadas por funcionarios de la institución legislativa, limpiadoras de la empresa tercerizada trabajan de forma precaria y con contratos poco claros en cuanto a horarios, vacaciones, permisos médicos y seguro del IPS.
Según denuncias, las mismas deben trabajar un promedio de 53 horas semanales y, entre dos o tres empleadas, limpiar unas 30 oficinas.