El ministro Ángel Barchini había solicitado a inicios de este mes convocar a sesión extraordinaria de ambas cámaras del Congreso, a fin de sancionar durante el receso parlamentario dos leyes requeridas con “urgencia” tras el operativo Veneratio, que despojó el manejo del Penal de Tacumbú, que estaba en manos de grupos criminales ahí “presos”.
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El principal pedido es tratar el proyecto de ley “que establece el régimen cerrado especial de máxima seguridad para los privados de libertad de alta peligrosidad”, que busca permitir un manejo diferenciado para líderes criminales.
Cabe destacar que en paralelo se encuentra vigente por todo este año, la declaración de “emergencia penitenciaria” a nivel país, que entre otras cosas permite a Barchini mantener el control interno en las penitenciarías con ayuda de personal policial y militar, ante la falta de confianza en los agentes penitenciarios.
Precisamente, el segundo punto que solicitó se apure es el proyecto de ley “orgánica penitenciaria”, que crea la carrera del agente penitenciario. Este pretende establecer un régimen no deliberante, similar a la de policías y militares, para evitar huelgas y otras medidas que dificultan el manejo de las cárceles.