Una agencia de publicidad local, que prefirió mantener su nombre en el anonimato para evitar represalia, no quiso permanecer callada ante los incesantes casos de nepotismo que viene revelando ABC, y cedió gratuitamente su trabajo creativo para tratar de ilustrar esta problemática que afecta a todos los contribuyentes y trabajadores de este país, que con los impuestos que pagan sostienen los beneficios y lujos que reciben del Estado completos clanes familiares.
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Con la premisa de que “dentro de la corrupción, siempre hay más corrupción”, los responsables de esta agencia utilizaron las “matrioshka”, unas muñecas tradicionales rusas que se caracterizan por esconder en su interior una cantidad de otros muñecos, para reflejar lo que en realidad está detrás de los casos de presunto nepotismo, como el que indaga la Fiscalía con relación el presidente del Congreso, senador Silvio “Beto” Ovelar (ANR, HC), y su hijo, el exfuncionario contratado de Diputados Alejandro Ovelar Ayala.
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Fuera del hecho de que el joven, quien cobraba G. 3.300.000, sea el único “nepobaby” o hijo del poder que ha renunciado hasta ahora, el clan Ovelar mantiene un extenso árbol genealógico ubicado y cobrando millonarios salarios en el Estado.
Detrás de Silvio Ovelar, quien cobra G. 37.076.740 (en dieta y otros extras como presidente del Congreso), está toda una parentela directa y política con millonarios salarios, empezando por su esposa, Iris Magnolia Mendoza, quien cobra mensualmente G. 149.190.233 en concepto de salario y gratificaciones al ocupar el cargo de directora jurídica ejecutiva de Itaipú Binacional.
Además, el suegro del senador, Armando Mendoza Romero, percibe mensualmente G. 84.397.611, y su cuñada, Violeta Mendoza Balmaceda cobra G. 73.963.197, ambos ubicados en la Entidad Binacional Yacyretá.
Además de eso, tiene a sus hermanos Robert, Rodney y Lourdes Ovelar Benítez ubicados en la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (ex-Aduanas), en la Defensa Pública y Fiscalía, respectivamente, lo que hace que solo el clan Ovelar represente mensualmente un gasto de G. 399.278.459; es decir, G. 5.190.619.967 al año (incluido aguinaldo).
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Son varios y costosos los clanes
El clan Ovelar es apenas la punta de una extensa y enmarañada madeja de casos de presunto nepotismo y de parientes de políticos agarrados del Estado. Por ejemplo, el vicepresidente de la República, Pedro Alliana, que recientemente ubicó a su hija Montserrat Alliana Encina, de 25 años, como “asesora” en la Cámara de Diputados, cobra mensualmente G. 18.274.300.
La retoño de Alliana se suma así a su madre y expareja del vicepresidente, Nélida Encina; a su madrastra, la diputada Fabiana Souto; al hermano de esta última, Rodrigo Souto y otros familiares de Alliana que “están mejor” con cargos públicos, que anualmente cuestan G. 2.615 millones al erario.