El proyecto en cuestión que busca establecer desde el Estado mecanismos de contención y ayuda a pacientes desahuciados, entre los cuales, se aclaró, no se contemplan alternativas que atenten contra la vida como ser la eutanasia o “muerte asistida”.
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La propia propuesta de ley define los cuidados paliativos como “la asistencia integral de pacientes con enfermedades crónicas, evolutivas, irreversibles, limitantes para la vida, que no tienen respuesta a los tratamientos curativos, siendo el objetivo principal conseguir la mejor calidad de vida posible para los pacientes y sus familias”.
La ley busca garantizar el respeto de la voluntad del paciente a recibir o negarse a ciertos tratamientos, pero sobre todo cubrir necesidades básicas en el estado terminal, como ser la higiene, alimentación e hidratación y, de ser necesaria, la asistencia mecánica para la respiración.
También se debe asistir a los pacientes para mitigar tanto el dolor físico como psicológico fruto de la enfermedad que padece. Se faculta al paciente a decidir plenamente sobre su tratamiento y los parientes estarán obligados a respetar dicha decisión.
“El paciente en situación terminal, mayor de edad y en pleno uso de sus facultades mentales, tiene derecho a la suspensión voluntaria del tratamiento curativo y como consecuencia al inicio de tratamiento estrictamente paliativo”, así como revertir esta decisión si así lo considera pertinente, dice la propuesta.