El miércoles 6 de diciembre pasado, en la última sesión ordinaria del Senado, los cartistas y sus aliados intentaron aprobar la Ley de Superintendencia de cajas de Jubilaciones a tambor batiente, pese a que varios aliados suyos estaban ausentes por viajes o cuestiones particulares.
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No obstante, no midieron la reacción ciudadana en las calles, la reacción en los medios de comunicación, de la ciudadanía y que la Iglesia Católica, en la misa central del viernes con motivo de la festividad de la Virgen de Caacupé, pidió expresamente blindar los fondos jubilatorios del IPS, lo que provocó el aplauso generalizado de la feligresía presente.
Los cartistas solo lograron reunir 22 votos el miércoles pasado (ver el cuadro), número insuficiente para proseguir con la sesión por falta de quorum. Ante esta situación se pueden dar dos escenarios: 1. Que el cartismo cierre sus oídos a los reclamos populares -como ya ocurrió en varias ocasiones- y vuelva al ataque la próxima semana con sus aliados colorados, liberales, de Patria Querida, Hagamos y ex Cruzada Nacional o 2. que el comando de Honor Colorado (HC) decida congelar el proyecto para mejor revisión hasta el 2024.
Será clave la postura de dos sectores colorados no cartistas, liderados por Lilian Samaniego y Colym Soroka para frenar este nuevo atropello de HC. De lo contrario, quedarán pegados a un plan que busca el saqueo a los fondos jubilatorios de la previsional.