Los diputados liberales Pedro Gómez y Rodrigo Blanco impulsan esta iniciativa parlamentaria que tiene como principal cuestionamiento el tipo de vínculo laboral, que difiere entre los dedicados a transportar personas (Uber, Bolt, Muv y otros servicios) y los repartidores de mercaderías (deliverys).
Durante su tratamiento en las diversas comisiones de Diputados, se encontró la dificultad de que la regulación es sumamente compleja, ya que abarca a las empresas nacionales e internacionales (plataformas digitales o aplicaciones, que son intermediarias), los conductores y los usuarios.
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Los principales detractores del plan de regulación son los conductores de Uber, Muv que no quieren que la relación laboral sea formal, ya que varios de ellos trabajan para varias plataformas y algunos incluso solo lo hacen en su tiempo libre como ingreso extra, por lo que una relación formal los obligaría a operar con una sola empresa y con un horario fijo.
Esta situación sería totalmente inviable para los conductores, según las notas presentadas a los proyectistas y también lo que manifestaron durante las audiencias públicas donde se socializó el proyecto de ley.
Lo que exigen conductores de plataformas
Si bien los conductores de las diferentes plataformas están de acuerdo en que exista una ley que los ayude a mejorar sus condiciones laborales -y en especial para disminuir la inseguridad al prestar servicio- no están de acuerdo con la relación laboral formal y la exigencia de horario.
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Por su parte, los “deliverys” agremiados sí están de acuerdo con un vínculo formal con las empresas intermediarias, pues ahora se sienten desamparados laboralmente ante el gran número de accidentes de tránsito y asaltos que sufren diariamente, donde ellos son los que se exponen al peligro, sin tener seguro médico ni aporte jubilatorio y sin que las empresas se hagan responsables de los eventuales daños.
El proyecto establece además que la reputación digital, basada en las evaluaciones subjetivas de usuarios y conductores, que puede incidir en oportunidades laborales y de servicios en el futuro, lo cual genera un riesgo de que personas, sean excluidas del mercado por tener criterios pocos claros.