El aeropuerto de Villa Hayes ocupa una superficie de 54 hectáreas. El inmueble pertenece al Ministerio de Defensa y la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) es responsable de su administración. El problema es que ya no queda nada por administrar en el aeropuerto “Nicola Bo”, que se encuentra totalmente ocupado por invasores que se apropiaron del predio. Las operaciones en el aeropuerto se cerraron en agosto de 2016 por resolución de la Dinac, siendo titular Luis Aguirre.
La invasión se realizó con el apoyo de Basilio “Bachi” Núñez, en ese momento asesor político del presidente Horacio Cartes. A medida que la invasión tenía lugar se sucedían una serie de actos de violencia contra los pilotos que utilizaban el espacio para realizar sus maniobras. Ante la aproximación de aeronaves, los invasores lanzaban honditazos contra aeronaves en procura de abortar el aterrizaje.
El acoso no se limitaba a actos vandálicos: introducían ganado vacuno y animales de menor porte en la pista para que los aviones no pudiera aterrizar. La presencia de ganado tenía otra consecuencia grave que era la destrucción de la pista de aterrizaje.
De este modo, los invasores guiados por el actual senador colorado cartista “Bachi” Núñez lograron convertir en una pista impracticable al aeropuerto de Villa Hayes. La pista tiene, o tenía, un largo de 980 metros y un ancho de 18 metros, en suelo compactado.
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Aeropuerto de Luque queda sin pista alternativa
El resultado del cierre del aeropuerto de Villa Hayes no puede ser peor: el aeropuerto internacional “Silvio Pettirossi” quedó sin pista alternativa para casos de emergencias.
El aeródromo se encuentra en el corredor norte que utilizan aviones que llegan a Luque desde el Chaco. En una situación de emergencia el primer referente para desviar aviones turbohélices, es el aeropuerto de Villa Hayes.
La invasión y destrucción del predio del Ministerio de Defensa trae aparejado un grave riesgo para la aviación que gira en torno a Asunción. Estos argumentos se vienen esgrimiento desde 2010 y ninguno de ellos hizo mella en “Bachi” Núñez. Al contrario: en ningún momento renunció a la ambición de tomar posesión de la finca 916, propiedad del Ministerio de Defensa.
Es muy probable que el interés se encuentre motivado por cuestiones económicas. Alianza con el Frente Guasu. Una vez que la invasión del aeropuerto se consolidó quedó en la mira el gran esteral de Villa Hayes, que forma parte de la finca 916.
“Bachi” Núñez comenzó a introducir invasores en el sector del humedal. Allí empezaron conflictos con antiguos ocupantes que tenían pastando algunas pocas cabezas de ganado. En ese contexto, aparecen dirigentes del Frente Guasu con el entonces senador Hugo Richer como figura visible. Comenzaron a llegar campesinos de San Pedro para instalarse en la finca 916. Necesariamente, el Frente Guasu se vio obligado a negociar con “Bachi” Núñez para ver los sectores donde cada uno podía instalar a su gente.
Para el Frente Guasu era una oportunidad para instalarse en un lugar estratégico, si fuera necesario aislar a Asunción del resto del Chaco. A minutos de puente Remanso bastan algunas decenas de personas para paralizar el tráfico. El relacionamiento fue el inicio de un intercambio de favores, bajo la figura de alianza de intereses.
En ese momento, el cargo de ministro de Defensa Nacional estaba ocupado por Diógenes Martínez. Durante su gestión no movió un dedo para recuperar el inmueble del Estado paraguayo.
Lo grave es que pudo haber tenido una oportunidad para que no se llegue al extremo actual de partición del predio. No podemos dejar de mencionar que entre enero y agosto de 2016 el Ministerio Público recibió 15 denuncias formales de actos de violencia, acoso y destrucción causados por los invasores. Nunca se acercó al lugar un sólo fiscal de Villa Hayes para confirmar lo que estaba sucediendo. La invasión de la finca 916 refleja en cuerpo entero al cartista Basilio “Bachi” Núñez.
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