El mandatario se jactó incluso de la aprobación de una “adenda”, pese a que la Cancillería Nacional confirmó que solo se hizo un “intercambio de cartas” para aclarar términos e interpretaciones, además del cambio de la denominación para reemplazar la palabra “transformación” por “fortalecimiento”.
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“La adenda (el intercambio de cartas) resuelve todas las preocupaciones que había. Esto se hizo de una manera amplia. Se consultó con todos los sectores políticos y sociales”, dijo Peña sobre los padres que temen que la donación esté condicionada a la “ideología de género” en escuelas.
“Todas las preocupaciones que ellos (los padres) tenían sobre el lenguaje... se hicieron las modificaciones y llegamos a ese consenso donde también, inclusive, estamos asegurando que los recursos de esta donación vaya a aquellos sectores que realmente son prioritarios que es principalmente el almuerzo y la merienda escolar”, aseveró.
Consenso y “cartas”
El martes el canciller Rubén Ramírez Lezcano y el embajador de la Unión Europea, Javier García de Viedma, anunciaron un “consenso” con respecto al polémico convenio mediante un “intercambio de cartas”.
El cartismo y sus aliados ahora deben reunir 30 votos (de un total de 45) para que el Senado mantenga su rechazo y remita al archivo el proyecto de ley que deroga el convenio. En la Cámara de Diputados los cartistas dijeron que si el nuevo acuerdo respeta los intereses del Paraguay, no insistirían con la derogación.