Amarilla dijo incluso que si el Ministerio de Economía (ex Hacienda) transfiriere a la Justicia Electoral, y esta al PLRA, todo lo que debe por los resultados de las elecciones generales del 2018, las municipales del 2021 y las generales del 2023, el principal partido opositor incluso tendría un superávit.
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Líder salió así al paso de las declaraciones de sus colegas Celeste Amarilla y Eduardo Nakayama, quienes junto a la vicepresidenta del PLRA, Alba Talavera, dijeron que el partido tiene una deuda de G. 27 mil millones; que todos los aportes y subsidios están embargados por demandas judiciales y que el partido solo se sostiene por las ayudas económicas de los congresistas.
Amarilla dijo que buscaba dar tranquilidad a los afiliados. “No está en quiebra ni va a estar en quiebra, el PLRA es un partido sólido”, insistió.
Cuestiona a Celeste
También acusó a Celeste Amarilla de tener una incontinencia verbal ya que ella acusó a otros candidatos, incluyéndolo, de recibir dinero de Efraín Alegre en forma preferencial. Sostuvo que no puede andar constestando disparates y la acusó de actuar como una usurera con el partido mediante la compra de bonos a bajo costo y el embargo al precio oficial.
También dijo que tanto los informes del titular del PLRA Hugo Fleitas, como los de Celeste Amarilla, son informales y dijo tener en su poder otro informe que habla sobre cómo el partido puede recuperarse financieramente en 2025 o 2026.
Señaló que su informe dice que el PLRA tiene una deuda de G. 30.000 y que si se cobra el subsidio y el aporte estatal, podría tener G. 35.000 millones.
Aclaró que en las elecciones generales del 30 de abril de 2023 no se usaron bonos partidarios ya que se recurrió a un crédito de G: 17.000 millones, no así en 2018 cuando sí se repartieron bonos a última momento y que se vendieron a bajo costo.