“Yo fui la que pedí informes sobre ese tema y encontramos hasta obstetras. Teníamos un montón de nutricionistas, odontólogos sin equipamientos, un montón de profesionales que era imposible que estén acá en los horarios que mencionaban, porque estaban superpuestos y lo digo con responsabilidad porque yo hice ese trabajo”, recordó.
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En el “minihospital” le tenían a siete médicos, cuatro psicólogas, cinco enfermeras, cinco nutricionistas, seis odontólogas y dos obstetras.
Acotó que en todo caso se podría exigir al seguro médico contratado por la Cámara (por unos G. 14.157.600.000) asignar un doctor para la sede y en último caso, “si se decide volver a tenerlo, debería ser una cuestión mínima y no el abuso que ocurrió hace unos años”, finalizó.