Durante su alocución ante el pleno del Senado, Eduardo Nakayama recordó que los parlamentarios juraron respetar la Constitución y las leyes. Sin embargo dijo que se caen en varias contradicciones.
Aunque aclaró ser católico, cuestionó que algunos pretendan declarar al Senado “Dios, Patria y Familia”. Subrayó que el artículo 24 de la Carta Magna habla de la libertad de culto y que el Paraguay ha hecho una separación de Iglesia y Estado. “No podemos imponer por la Cámara ni por el Estado una religión, no somos un estado teocrático”, aseveró.
Pro familia de madres solas y hombres irresponsables
En otro punto, lamentó que legisladores hablen con mucha ligereza de ideología de género y matrimonio del mismo sexo cuando la Constitución en su artículo N° 49 ya habla de la protección de la familia aclarando que es la unión del hombre y la mujer.
“Pero hace una aclaración donde también contempla otros tipos de familia, porque no podemos olvidar que un tercio de los hogares paraguayos está dirigidos por una madre sola”, subrayo.
“Esas mujeres abnegadas paraguayas, que (su situación) son fruto generalmente de la irresponsabilidad de los machos, porque si fuesen hombres se hubiesen hecho cargo de sus hijos. Y algunos que se hacen cargo del apellido pero no de sus hijos, ni siquiera pasan la prestación alimentaria”, repudió el legislador.
“Vamos a hablar mucho de hipocresía, que nos declaramos pro familia, pero a la hora de la verdad, lo que tenemos es una sociedad de gente irresponsable”, lamentó.
Ley no puede derogar un tratado
Nakayama también advirtió que el orden de prelación de las normas jurídicas dice claramente que primero está la Carta Magna, luego los tratados internacionales y convenios ratificados, y posteriormente las leyes de la República, los decretos y finalmente las normas de menor rango.
Lamentó que ahora, porque a algunos se les “antoja”, se afirme que se puede derogar un tratado. Esto pese a que apenas días atrás una delegación parlamentaria paraguaya fue al Parlamento del Mercosur a exigir a Argentina respetar un tratado que prohíbe el cobro de peaje a las embarcaciones.
Advirtió que entonces la Argentina también puede decir “yo derogo esto y les cobro peaje” y el Paraguay tendrá que hacer una reforma constituyente para que los tratados internacionales estén por debajo del orden jurídico.
Finalmente llamó a la clase política a ser responsable ante una Comunidad Internacional que esta mirando. Lamentó que gran parte del Paraguay hable de una forma sumamente ingrata de una cooperación. “Uno tiene que ser agradecido”, aseveró.