La seguidilla de escándalos en IPS evidencia despilfarro y desprolijidad

Desde los últimos dos meses autoridades del IPS están en el “ojo de la tormenta” debido a la serie de denuncias que hay en su contra. Millonarias licitaciones presuntamente amañadas, deudas con principales proveedores, uso irracional de combustibles, pagos con fondos considerados “intocables” –como de jubilaciones–, entre otras, evidencian el despilfarro y desprolijidad de la previsional así como presunta corrupción. Pese a todo no se avizoran cambios en el ente.

PRINCIPALES CUESTIONAMIENTOSArchivo, ABC Color
audima

Un informe oficial del Instituto de Previsión Social (IPS), que entregó tras un amparo judicial en su contra, hizo surgir uno de los primeros escándalos del organismo. Eso fue porque en un periodo de 13 meses, entre enero de 2022 y enero de 2023, la previsional gastó más de G. 7.861 millones en combustibles como si se tratara de una empresa de transporte de larga distancia.

Lo llamativo es que la mayor cantidad de cargas se hizo entre noviembre y diciembre del año pasado, en pleno auge de las elecciones internas partidarias realizadas el 18 de diciembre. Levantó más dudas cuando en el último convenio de IPS con Petropar se asignaba una tarjeta exclusiva para nafta de aviación, que mes a mes era “vaciada”. Esto, a pesar de que el ente no tiene una sola aeronave. La previsional, acorralada, emitió un comunicado en el cual antes de aclarar se enredó más.

Las contradicciones obligaron a la Contraloría General de la República (CGR) a iniciar una auditoría, que ahora está en proceso.

Casi US$ 77 millones

Otro de los cuestionamientos más graves contra el IPS tiene que ver con sus licitaciones. Solo en mayo, tres convocatorias alcanzan casi US$ 77 millones, según el portal web de Contrataciones Públicas.

El mayor “plan” corresponde a la tercerización del servicio de lavado y planchado por 10 años y a un monto global de G. 484.885 millones, alrededor de US$ 67 millones, pese a que la institución tiene una sección para tal fin.

El otro concurso es para servicios de limpieza e higienización, por unos G. 53.460 millones, alrededor de US$ 7,4 millones. El acuerdo previsto es para 12 meses.

Ambas licitaciones actualmente están suspendidas por los indicios de corrupción, la primera mediante un amparo judicial y la otra tras una denuncia de presunto direccionamiento.

La tercera convocatoria es para la compra de sábanas y frazadas por más de G. 17.545 millones, unos US$ 2,4 millones, que sigue en pleno proceso.

Los demás escándalos hacen referencia al uso de fondos de jubilaciones y maternidad. El primero se habría utilizado para cubrir un “agujero” en el pago a jubilados, mientras el otro para servicios por limpieza.

Por último, está que el arrendamiento de valiosas propiedades en San Bernardino a generosos precios. (ver infografía).

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