Los colectivos fueron comprados en diciembre del año pasado de la Importadora Motor Sport SA. y están en un corralón privado acumulando polvo. Esta compra forma parte del proyecto universitario presentado “con bombos y platillos” por Optaciano Gómez y por lo cual pidió un tratamiento de urgencia a la Junta Municipal, supuestamente porque en marzo debían comenzar las clases.
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La construcción de ocho aulas fue adjudicada por G. 2.248 millones a la constructora SG, debía ser entregada la primera parte en marzo y en mayo inaugurarse pero no pasa de los cimientos. Además, la UNA negó que tenga recursos para habilitar una sede en Limpio.
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El concejal Eliodoro Marecos (PLRA) indicó que el jefe comunal “vendió” el proyecto de transporte universitario como una necesidad urgente ante la inminente instalación de la filial universitaria. “Nos indujo al engaño, porque nos dijo que era segura la presencia de la UNA y que los jóvenes necesitaban urgente transporte”, dijo el concejal.
El intendente sigue sin atender nuestras llamadas.