Enrique Riera, futuro ministro del Interior, afirma que trabajará en control y prevención con Derechos Humanos “para todos”

Desde que el presidente electo, Santiago Peña, reveló que eligió a Enrique Riera para que sea el ministro del Interior de su gestión, una catarata de críticas se volcó sobre él. El cartista dijo ayer que se enfocará en la prevención del crimen y el control “dentro del marco de la ley”.

Enrique Riera, elegido ministro del Interior por el presidente electo, Santiago Peña.
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A Enrique Riera le llovieron críticas desde el minuto en que Santiago Peña reveló su intención de nombrarlo ministro del Interior con un video publicado en su cuenta de Twitter, el lunes a la mañana.

En redes sociales y medios de comunicación le recordaron que bajo su gestión ocurrió el trágico incendio del supermercado Ycua Bolaños en el que murieron casi 400 personas en el año 2004; su anuncio de quemar libros cuando fue ministro de Educación en al año 2017 y hasta reflotaron un video suyo de la ocasión en que, en el año 2019, se levantó una sesión en la Cámara de Senadores porque quería moler a trompadas a Payo Cubas, quien ventilaba a viva voz un supuesto escándalo de la familia Riera y gritaba que Enrique Riera le había pedido 70 mil dólares al expresidente del Paraguay Raúl Cubas.

Fuera de sí, Riera tuvo que ser contenido por sus propios colegas mientras gritaba: “Vení, hijo de puta”.

Ante el anuncio de su nombramiento, Riera responde sosegado y abre el paraguas. “Es un cargo muy difícil. No conozco ninguno que haya durado cinco años. Está en el presupuesto ser fusible cuando haya una crisis que resolver. Estamos en mucha consonancia con el presidente”, indicó a ABC TV.

Anunció que tendrá dos tareas puntuales: la seguridad interna y la gobernabilidad democrática “dentro del marco de los Derechos Humanos. Pero Derechos Humanos para todos, no solamente para las víctimas”, se adelantó a aclarar.

Riera también recordó que discutió con su colega Desirée Masi acerca de la cuestión de que la Policía solicite documentos a personas en “actitud sospechosa”, haga barreras o suba a las unidades de transporte público. “Bueno, ¿qué queremos? ¿Un policía que reparta chupetines y que sea boy scout? Porque entonces vos robás un banco, te subís a un micro, te bajás en Foz de Iguazú y nadie te puede detener”, indicó.

Para Riera, es un absurdo que la Policía no pueda solicitar documentos. “Si ves una actitud sospechosa en un auto, como vemos en las películas, se para detrás (el policía), le ilumina, le filma: ‘Por favor, señor...’, pone la manos sobre el vehículo, no tiene por qué ofenderse, es una medida de seguridad. ‘Entregue su documento, el suyo y el del vehículo’”, argumenta el proceder que se espera de los agentes policiales.

[Enrique Riera será el ministro del Interior de Santiago Peña]

Sobre el narcotráfico, aseguró que va a consolidar un mayor control y que a los responsables les caiga el mayor peso de la ley.

Manifestó además su idea de potenciar el trabajo de la agrupación Lince, que ganó -según él- la credibilidad de la ciudadanía.

Sobre su posible gestión como líder de la cartera de seguridad, subrayó que realizará un trabajo institucional e incentivará la inversión de herramientas para que la Policía pueda mejorar su trabajo para la prevención y control dentro del marco de la ley.

Ley de Reforma Policial

Sostuvo que la idea también es que nadie influya en los concursos de ascenso en las filas de la Policía Nacional, solo los méritos. “Esta ley es buena porque va a tener un control muy pesado. Esta ley estamos discutiendo desde hace dos años. La idea es modernizar la Policía”, asintió.

Riera es uno de los impulsores del proyecto de ley de reforma policial. Según él, durante su tratamiento solo tuvieron la oposición de la senadora Desirée Masi.

Defendió dicha reforma alegando el trabajo en conjunto con especialistas y agentes policiales activos y retirados. Aclaró además que el Ministerio del Interior no perderá su autoridad, que le otorga el Poder Ejecutivo, para la toma de decisiones.

“La ley de Policía establece un sistema meritocrático bastante duro (...) Para evitar la designación de los cuates, amigos, correligionarios o la influencia de los políticos locales que quieren tener su comisario propio”, expresó.

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