Eran al rededor de las 21 horas del 18 de mayo de 2000. En el microcentro de Asunción reinaba una tensa calma. Apenas un año y dos meses habían pasado de los violentos acontecimientos políticos conocidos como el Marzo Paraguayo, en el que jóvenes compatriotas perdieron la vida en las plazas defendiendo la democracia, ante el asesinato del vicepresidente de la República y la liberación de Lino Oviedo, principal sospechoso de la autoría moral del magnicidio.
A esa hora, los ciudadanos asuncenos que todavía habitaban el Centro Histórico de nuestra capital, se vieron muy sorprendidos, primero con llamativos apagones, y posteriormente con la aparición de tanquetas militares que avanzaban por sus calles vacías y que se dirigían a la zona del Congreso.
La calma se cortó abruptamente esa noche cuando se escucharon los cañonazos que trajeron a la memoria algunos de los momentos más difíciles de nuestra historia reciente. Un nuevo intento de golpe de estado se cernía por la entonces frágil democracia que parecía pender solamente de un hilo.
Hoy, 18 de mayo de 2023, más de dos décadas después, recurrimos a los archivos del Diario ABC Color para recorrer los sucesos más notables de aquella noche y la madrugada del 19 en la que la fuerza de los cuarteles casi volvieron a imponerse sobre el poder de nuestra Constitución.
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Primeros rumores de golpe de estado
Los rumores de un golpe de Estado comenzaron a difundirse con cierta cautela pasadas las 20:00, por las principales radioemisoras de la capital. Al correr los minutos, la información fue más insistente, principalmente por el “movimiento raro” que observaban los vecinos de la Primera División de Caballería, informaba el diario ABC Color ese viernes 19 de mayo.
El artículo, publicado al día siguiente de los acontecimientos, continúa relatando que a las 21:30 aproximadamente llegaron los primeros cronistas a la sede militar, ubicada en Campo Grande, y se percataron de que la unidad estaba a oscuras y las guardias estaban reforzadas, fuera de lo habitual. Los oficiales que estaban en la guardia, ante la pregunta de los periodistas, respondieron que todo “estaba normal”.
A la misma hora otra información daba cuenta de que fuerzas rebeldes tomaron la sede de la FOPE en la zona de Tacumbú.
La duda quedó aclarada cuando el ministro de Defensa confirmó por radio que fuerzas leales a Lino Oviedo tomaron la Caballería y aseguró que en cuestión de horas serían reducidos los insurgentes aunque reconoció que el poder de fuego era de mucho peligro.
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Gobierno tardó en reaccionar
A partir de ese momento la zozobra, una vez más, se apoderó de la ciudadanía y la noticia se difundió como ráfaga de pólvora a todo el país. Si bien la responsabilidad de revuelta era adjudicada a Oviedo, no se conoció de ninguna proclama y por varias horas cundió la confusión ya que nadie sabía con qué fuerzas contaban los insurgentes.
Cuando la Comandancia de la Policía Nacional, la FOPE y la Caballería seguían bajo dominio de los grupos rebeldes, el presidente González Macchi dio el primer mensaje a la ciudadanía anunciando que ``todo estaba controlado y pidió que se mantenga la calma’'.
Pero el mensaje no fue muy convincente, más todavía porque después arribaron a la capital cinco tanques provenientes de Cerrito. Todos creían que respondían al Gobierno, incluso fueron acompañados por varios cronistas, pero ni bien se posicionaron en la plaza frente al Congreso, comenzaron a disparar al viejo Cabildo, primero, luego a la Comandancia de la Policía Nacional e incluso a la Catedral Metropolitana. Las balas dañaron el frontispicio del Congreso y cundió pánico en los alrededores.
Sorprendidas, las fuerzas gubernistas discutían si atacaban o no a los tanques que seguían disparando. En ese ínterin, el ministro Walter Bower anunciaba desde la FOPE que la situación allí estaba controlada y que el siguiente objetivo era la Comandancia que también se dominó pasadas las 23:00.
A pesar de las pocas posibilidades de éxito, a las 23:30 el coronel Fernando Ugarte leyó una proclama por otra radio capitalina en nombre del movimiento patriótico Tte. Cnel. Fulgencio Yegros.
Dijo que ``la insostenible situación del país conducido por un gobierno usurpador lleva a un grupo de ciudadanos civiles, componentes de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, a ejercer el derecho a la rebelión y resistencia a la opresión’'.
Pasada la medianoche finalmente se anunció que también la Caballería se dominó. Minutos después González Macchi dio a conocer el decreto por el que se declaraba estado de excepción por 30 días.
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Retoman Cuartel de Policía y arrestan a Cáceres tras tiroteo
El Cuartel Central de la Policía fue retomado por las fuerzas leales al Presidente de la República, Luis González Macchi, luego de que un escuadrón arrestara tras un tiroteo al comisario principal Alfredo Cáceres, quien a las 20:30 tomó por la vía disuasiva la comandancia. Antes, otros dos altos jefes policiales intentaron hacer lo mismo en la Agrupación Especializada y en la Fuerza de Operaciones de Policía Especializada (FOPE) sin éxito alguno.
La custodia del Cuartel Central de la Policía Nacional estaba a cargo de un escuadrón conformado por fusileros y un comisario. El grupo fue sorprendido a las 20:30 por el comisario principal Alfredo Cáceres, destinado en la Dirección Administrativa.
``Nosotros estuvimos descolocados porque no sabíamos lo que pasaba. Este señor llegó junto con otros comisarios principales y varios suboficiales, todos munidos de armas largas. Como es jefe de alto rango pasó la guardia sin ningún problema. Después nos llamó ya cuando se encontraba en el despacho y dijo que estaba al frente de la institución’', relató uno de los agentes intervinientes.
Cáceres se autoproclamó comandante de la Policía a través del canal cinco del sistema de radiocomunicación de la institución encargada del orden.
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``No sabíamos lo que estaba pasando. En ese momento inclusive estaba en base el jefe de Orden y Seguridad, Crio. Gral. Miguel Ángel Rojas. Le dijimos que permaneciera en su oficina por razones de seguridad porque Cáceres se acababa de autoproclamar como comandante de la Policía. Ahí comenzamos a pedir instrucciones. Tratamos de ubicarle al comisario Guillén y no hubo caso. Entonces la decisión corrió por nuestra cuenta’', dijo el uniformado.
Paralelamente, los comisarios principales Wilson Ojeda e Higinio Pérez llegaron hasta la Agrupación Especializada y trataron de convencer a los que se encontraban de servicio que hubo un golpe de Estado y que todo estaba bajo control de ellos. Lo mismo intentaron hacer en la FOPE.
La guardia del Cuartel Central tenía inclusive órdenes de arrestar al ministro del Interior Walter Bower. ``Pese a que había una confusión feroz, decidimos no hacerle caso al comisario Cáceres’', indicó la fuente.
Cáceres fue reducido con disparos intimidatorios y desarmado cerca de la oficina de la comandancia alrededor de las 23:00. Una hora y media antes, la situación ya había vuelto a la normalidad en la Agrupación y la FOPE, según los relatos.
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Varios apagones acentuaron el nerviosismo
Varios apagones se produjeron esa noche en diversos sectores de nuestra capital y sus alrededores, apenas comenzado el intento de golpe de Estado que mantuvo en vilo a toda la ciudadanía. El microcentro capitalino sufrió un apagón total, incluyendo la zona del Congreso Nacional.
Las emisoras de radio informaron que el corte de la energía eléctrica en el microcentro y en la zona de la Caballería se produjo por orden directa del presidente de la República, Luis A. González Macchi, por razones de seguridad, según manifestó el presidente de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), Ing. Mario Orué, de acuerdo a lo difundido entre la noche y las primeras horas del viernes por las radioemisoras.
En este caso, el fuera de servicio formó parte de una estrategia militar, de acuerdo con las explicaciones brindadas por expertos consultados por nuestro diario.
En efecto, el servicio fue interrumpido a Luque y Campo Grande, debido a la proximidad de la Caballería, uno de los focos de la fallida intentona golpista, y al microcentro capitalino, específicamente en las áreas aledañas al Cabildo, sede de la Cámara de Senadores y, por ende, de la presidencia del Poder Legislativo.
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Seis militares, siete policías y tres civiles fueron detenidos
“Seis militares, siete policías y tres civiles se encuentran detenidos tras la intentona golpista”, informaba ABC Color en la mañana del 19.
Se trataba de los militares: coronel Ursino Galeano, los mayores, Oscar Benítez y Rubén Cardozo, el teniente Juan Domínguez Ríos, el coronel (SR) Elvio Varela, el teniente coronel (SR) Wladimiro Woroniecki. Permanecían prófugos los militares retirados Martín Yegros, Cirilo Velázquez y un coronel de apellido Maldonado.
Entre los policías, la lista la encabezaba el comisario general inspector Miguel Angel Figueredo, comisario principal Alfredo Cáceres, comisario principal Aurelio Franco, comisario principal Wilson Ojeda, el comisario principal Higinio Pérez, además de los suboficiales Ricardo Insfrán y Pedro Román de la Agrupación de Seguridad.
El comisario principal (SR) Juan Valerio Figueredo, hermano de Miguel Angel, se encontraba prófugo, pese a que el ministro Bower insistía en que estaba recluido en dependencias policiales. En la Caballería se detuvo al diputado oviedista Luis Talavera, al chofer del diputado Miguel Corrales, y en otra unidad militar, el abogado Hermes R. Saguier. El diputado Corrales era buscado por las Fuerzas Públicas esa madrugada.
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Partidos rechazaron intento golpista
Ese mismo viernes, los principales partidos políticos se pronunciaron en contra del intento golpista. El titular de la ANR, Bader Rachid Lichi, convocó ya en la noche a los colorados a encabezar la defensa de la democracia, como lo hicieron en la intentona golpista de Lino Oviedo de abril de 1996, según afirmaba ante consultas periodísticas en el local de la Junta de Gobierno.
El Partido Liberal Radical Auténtico, a través de sus dirigentes, expresó su firme lealtad a la institucionalidad de la República y su compromiso a favorecer la estabilidad democrática del país. Consultado esa mañana sobre la postura del PLRA sobre los hechos ocurridos, el Dr. Carlos Mateo Balmelli dijo que su partido estaba comprometido a favorecer y contribuir a la estabilidad democrática. ``Nos mantenemos firmes en esto’', dijo.
El presidente en ejercicio del Partido Encuentro Nacional, Dr. Mario Paz Castaing, condenó el intento golpista de desestabilizar el proceso democrático. El mismo se encontraba reunido con el Dr. Guillermo Caballero Vargas y el Dr. Euclides Acevedo, y aseguró que su partido acompaña la institucionalidad de la república y el gobierno del Dr. Luis Angel González Macchi.
Por su parte, el dirigente encuentrista Dr. Carlos Filizzola también dio su apoyo a la paz y la democracia, como únicos caminos de solución de los problemas. ``No creemos que la violencia sea la solución a los problemas sociales y económicos que tiene nuestro país, e instamos a la ciudadanía a rechazar la violencia que el oviedismo siempre ha engendrado y que nuevamente hoy está poniendo en vilo al país’', puntualizó.
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Destino de los involucrados
Todos los involucrados en el golpe fallido terminaron absueltos, ,luego de que la causa quedara extinta en el año 2003.
La causa contra el ex ministro del Interior, Walter Bower, y otros por supuestas torturas contra los policías que habían sido involucrados con el golpe, tuvo una absolución en primera instancia, pero esto fue revocado por el tribunal de apelaciones y la causa sigue inconclusa hasta hoy.