Luis Carlos Benítez, licenciado en análisis de sistemas, manifestó que, para las elecciones Paraguay 2023 el Tribunal Superior de Justicia Electoral usó un software distinto a lo que fue auditado anteriormente. En ese sentido, denuncia que el computador fue hackeado en varias mesas y alega que hay varias actas de incidentes.
“Parto de la premisa que no existe un computador que no sea hackeable. No importa si el computador es chino, ruso, americano, iraní, no importa, todo computador es hackeable”, sostuvo.
Detalló que desde el 2019 le preocupó la implementación de las máquinas de votación. “El Estado paraguayo depende de una máquina que pertenece a una empresa que ni siquiera es paraguaya”, expresó.
Agregó que el control se basó en una auditoría de hardware y software del computador. “Esa auditoría del software se hace bajo un software demo, o sea de demostración, no el que fue utilizado el día de las votaciones”, alegó.
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En ese sentido, desde el TSJE aseguran que se probó el software; sin embargo, no se intentó romper. “Una cosa es probar el software y otras cosas es intentar romperlo”, mencionó.
Máquina hacía zoom in a determinadas listas, dice
Alegó que la demostración de que existió el hackeo es solo un ejemplo. “En algún momento te acercabas a la máquina, perdía el foco de la pantalla y hacía zoom a determinadas listas y no a todas. Creo que hay actas de incidencia. Eso es una demostración completa de que el computador de votación fue hackeado el día de las votaciones”, sostuvo Benítez
Se cuestionó que cómo los partidos políticos pudieron aceptar una auditoría sin que sea el programa que se iba a usar en las elecciones. “Yo creo que fue un problema de la capacitación del TSJE a los miembros de mesa y la debilidad de los partidos. Una cosa es enseñar el funcionamiento normal y natural de la urna y otra cosa es cómo romperlo”, destacó.
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Y mencionó que los miembros de mesa, el día de las elecciones confiaban que todo el proceso estaba bien y pasaron el conteo. “Ahí también está el entrenamiento del TSJE y de los partidos”, señaló.
Concluyó diciendo que el pueblo paraguayo cree en sus autoridades y cree en el sistema que se aplicó, pero los propios documentos del TSJE demuestran que el sistema no es de confianza porque no están aplicadas cuestiones prácticas normales de seguridad de la información.