En la Cámara Baja existen dos propuestas al respecto (una presentada por el diputado Hugo Ramírez –ANR, oficialista–) y otra por Édgar Acosta (PLRA, efrainista), que en general buscan que ciertos trabajos de contabilidad puedan ser realizados únicamente a través de contadores matriculados, lo cual es bien visto por los profesionales ya que implicará “dignificar” la profesión, dicen.
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Sin embargo, algunos gremios advirtieron puntos de preocupación, ya que ambos proyectos de ley también establecen obligaciones o exigencias.
“Tenemos diferencias en cuanto al costo que va a tener, quién va a manejar (lo recaudado), también por ejemplo la utilización de las normas internacionales que no sean obligatorias, lo cual incluso podría ser inconstitucional o ilegal, entonces hay cosas que mejorar”, dijo el diputado Édgar Acosta tras oír las recomendaciones.
Otro aspecto sobre el que también esperan seguir debatiendo es acerca de la exigencia de actualizaciones o capacitaciones permanentes, a fin de que no se convierta en un factor excluyente.
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“Nadie está en contra de las capacitaciones en sí, lo que se busca es que los costos no sean tan elevados porque no todos los contadores seguramente van a tener la capacidad de tener los clientes o que les pagan más”, remarcó Acosta, quien es auditor.
Aunque el costo de los registros sería mínimo, de alrededor de un jornal (G. 98.089 actualmente), representantes de trabajadores independientes principalmente creen que aquello podría ser una traba para profesionales que de por sí ya ganan poco. Representantes de Hacienda se limitaron a decir que también tienen un proyecto de ley que presentarán oportunamente. Se acordó hacer más audiencias antes de tratarlo en Diputados.