Primer anillo cartista mantuvo fluida comunicación con mandos policiales durante el 31-M

El Ministerio Público nunca tuvo en cuenta el cruce de llamadas que reveló incesantes comunicaciones ya días antes del intento de enmienda constitucional forjada por el cartollanismo. En momentos clave, personas que nada tenían que ver con la cadena de mando mantuvieron conversaciones con jefes policiales incluso en el horario del ataque a la sede del Partido Liberal .

Imágenes de circuito cerrado en que el suboficial ayudante Gustavo Adolfo Florentín ingresa al PLRA después de haber disparado munición contra el dirigente Rodrigo Quintana.Archivo, ABC Color
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Personas del entorno directo del expresidente Horacio Cartes y el mismo exmandatario mantuvieron comunicación contaste con altos mandos policiales antes, durante y después de los hechos del 31 de marzo de 2017, según los documentos del cruce de llamadas.

De acuerdo con los documentos, el movimiento telefónico se inició ya el lunes 27 de marzo.

El flujo más intenso de llamadas se registró a lo largo del 31 de marzo. El entonces comandante de la Policía, Críspulo Sotelo, comenzó a comunicarse con sus subalternos a las 05:30.

Críspulo Sotelo, comandante de la Policía durante los sucesos del 31M. En esta fotografía junto al expresidente Horacio Cartes.

A las 06:59 apareció el primer civil que nada tenía que ver con la cadena de mando que se comunicó con Sotelo ese día: Arnaldo Franco, secretario privado del expresidente Cartes y actual senador.

A las 09:30, aparece la primera llamada de la jornada de José Ortiz Escauriza, gerente de empresas del expresidente Cartes, quien se comunicó con la senadora liberal Zulma Gómez (+).

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En paralelo, Blas Llano realizó sus propios movimientos. A las 12:04, llamó a Robert Acevedo. El entonces presidente del Congreso se había negado a dar entrada siquiera al proyecto de enmienda y denunció que recibió amenazas por ello.

A las 13:00, la senadora Lilian Samaniego se comunicó con Críspulo Sotelo. La presencia policial en las inmediaciones del Congreso iba en aumento.

Samaniego volvió a llamar a Sotelo a las 14:20, poco antes de que se iniciara la sesión extraordinaria para aprobar la enmienda. Minutos después, a las 14:29 también lo llamó el senador Carlos Núñez, otrora camarada policía suyo y que también formó parte de la sesión a escondidas.

Horacio Cartes aparece junto a José Ortiz Escauriza, gerente de sus empresas y quien mantenía constante comunicación con altos mandos policiales durante el gobierno cartista.

Desde antes de la sesión

Antes de iniciar la sesión clandestina en la oficina del Frente Guasu, a las 13:24, Blas Llano habló con el senador Enzo Cardozo. A esa hora se hablaba de que la enmienda sería tratada esa misma tarde o temprano en la mañana del 1 de abril.

Eran las 15:30 y Sotelo se comunicó en dos oportunidades con el coronel Rubén Piris, jefe del gabinete militar de la Presidencia. También habló con el senador liberal Fernando Silva Facetti, el entonces presidente de la Cámara Baja Hugo Velázquez, el senador colorado Carlos Núñez y la llanista Basilisa Vázquez.

Entre las 16:27 y las 16:30, se realizó un incesante intercambio de llamadas entre Críspulo Sotelo y Luis Canillas, exasesor de Yacyretá y amigo personal del expresidente Cartes.

Horacio Cartes condecoró hasta al cuestionado exasesor jurídico de la EBY Luis Canillas, por “cooperar” con la Policía.

Luego de la brutal agresión sufrida por el diputado liberal Édgar Acosta, el celular de Sotelo fue bombardeado por llamadas. Lilian Samaniego, el coronel Piris y José Ortiz protagonizaron casi una decena de llamadas con el alto jefe policial en menos de diez minutos.

A las 16:54, José Ortiz llamó a Críspulo Sotelo desde la residencia presidencial de Mburuvicha Róga. A esa hora, el presidente Cartes también se encontraba allí.

Pasadas las 17:00, José Ortiz, Arnaldo Franco, secretario privado de Horacio Cartes, y nuevamente Luis Canillas llamaron al comandante; 17 minutos más tarde, fue el propio presidente Cartes el que conversó con Sotelo. También lo llamó el entonces viceministro de Seguridad Interna, Lorenzo Lezcano, a las 17:06.

Las llamadas continuaron, a pesar de que las corridas en las Plazas del Congreso se detuvieron brevemente.

A las 18:28, mientras los manifestantes intentaban avanzar hacia el Congreso, el presidente Cartes llamó nuevamente a Críspulo Sotelo. El gerente de Tabesa, José Ortiz Escauriza, hizo lo propio a las 18:55.

Aproximadamente cinco minutos después de esa llamada, la Policía retrocedió, permitiendo el ingreso de los manifestantes al Congreso. Ya con los manifestantes en el interior del Congreso, Sotelo volvió a llamar a Cartes. Eran las 19:05.

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También reaparecieron las llamadas con actores políticos, minutos antes de que iniciara el incendio del Congreso. A las 19:32 y las 19:33, Luis Canillas y Lilian Samaniego volvieron a llamar a Sotelo.

Darío Filártiga, otrora secretario privado del ministro del Interior de la dictadura, apareció en escena a las 19:44. Poco después Juan Carlos López Moreira, jefe del gabinete civil de Cartes también llamó a Sotelo. Apenas segundos después, Filártiga volvía a llamar al comandante.

Minutos después hubo una brutal represión en las inmediaciones del Congreso.

Blas Llano también mantuvo activa conversación a lo largo de esa noche. A las 22:32 llamó a Cartes, quien se encontraba todavía en Mburuvicha Róga. Una hora después, a las 23:31, Llano llamó al senador Carlos Amarilla, quien enseguida denunció amenazas.

Blas Llano, senador liberal cercano a Cartes, mantuvo constante comunicaciones durante los sucesos del 31-M.

El 31 de marzo se iba terminando y las conversaciones seguían entre Críspulo Sotelo y personas extrañas a la cadena de mando. Eran reiteradas las llamadas con José Ortiz y Canillas.

Llamadas desde el PLRA

El cruce de llamadas reveló además que el comisario Tomás Paredes Palma se mantuvo en sede de Investigación de Delitos hasta minutos antes de la medianoche. A las 00:04, se registra la primera llamada de Paredes Palma desde las inmediaciones del PLRA.

Siete minutos antes, su jefe inmediato, el comisario Abel Cañete (precandidato al Senado por el cartismo), conversó con el comandante Sotelo.

En simultáneo a la primera llamada de Paredes Palma desde la zona del PLRA, José Ortiz llamó a Críspulo Sotelo. Eran las 00:04

Momentos en los que efectivos de la Policía se aprestan para ingresar al predio del PLRA.

A las 00:07 del 1 de abril, el presidente Cartes recibió una llamada de Críspulo Sotelo. Instantes después, se perpetró el atropello a la sede del Partido Liberal y el asesinato de Rodrigo Quintana.

Tras el ataque, Sotelo habló en reiteradas ocasiones con José Ortiz. La primera llamada se produjo a las 01:13, minutos después del primer aviso vía frecuencia policial de lo que había ocurrido en el PLRA.

Don Fidelino “Ino” Quintana observa la tumba de su hijo Rodrigo, joven dirigente liberal asesinado el 1 de abril de 2017.

Antes, durante y después del atraco al PLRA que concluyó en la muerte de Rodrigo Quintana, en un lapso de dos horas, entre las 12 de la noche y las 2 de la madrugada del 1 de abril, el comandante Críspulo Sotelo mantuvo un total de 42 conversaciones telefónicas. Una vez con Paredes Palma, 2 veces con Horacio Cartes, 5 llamadas con José Ortiz y 23 con Tadeo Rojas, entonces ministro del Interior.

Cartes volvió a hablar con Sotelo a las 01:50:36. Fue una conversación de largos 156 segundos.

Temprano en la mañana, a las 06:19, Cartes volvió a llamar a Sotelo. Fue horas antes de la primera conferencia de prensa de la Policía al respecto de lo ocurrido en la fatídica madrugada, en la que comenzaron a tirar las primeras versiones y mentiras oficiales con respecto al atraco.

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