“Horacio Cartes quiso venir acá, a mi casa. Claro que no le acepte. Me ofrecieron plata, no me hablaron de cantidad, pero me ofrecieron”, relata Fidelino Quintana sentado en el pasillo trasero de su casa en La Colmena.
“También quiso venir el comandante de la Policía, Críspulo Sotelo. Tampoco le acepté. Vender a mi hijo, jamás”, continúa en conversación con Sin Filtro, el podcast de ABC.
“Es muy difícil, es muy pesado. Hasta ahora nosotros no nos recuperamos. Enterrar a un hijo es muy difícil”, sostiene don Ino, como es conocido en su ciudad.
Han pasado seis años desde que en la madrugada del 1 de abril de 2017, uno de sus vecinos se animó a golpear a la puerta de su casa y contarle que Rodrigo había sido asesinado.
Sin justicia para la familia
“Ya van a ser seis años. El tiempo pasó volando, aunque para nosotros sigue siendo como si fuera ayer”, recuerda.
“Para nosotros son seis años sin justicia, sin nada”, afirma.
Don Ino lamenta el papel de los investigadores en el caso y también del Poder Judicial. Señala que el cambio de mando en el Ministerio Público y la posibilidad de un cambio de gobierno sostienen una ventana de esperanza para la familia.
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“El trabajo de la Fiscalía y los jueces hasta ahora fue pésimo. No hicieron nada. estuvieron a la orden de Cartes. Lo que él decía, ellos hacían”, cuestiona.
“Tenemos esperanza de que se le haga justicia a Rodrigo después del cambio del 30 de abril”, afirma.
“Confío mucho en el nuevo fiscal general. Aparentemente es un señor bastante coherente con lo que dice”, apunta.
Rodrigo era el menor de cuatro hijos del matrimonio de Fidelino con Felicita Arrúa, quien escucha a lo lejos la conversación mientras sigue con los preparativos del almuerzo para la familia. Fidel, el único hijo varón que les queda a ambos, también sigue atento el relato de su papá y no puede evitar emocionarse por momentos.
“Rodrigo era un chico especial. Hasta ahora me siguen contando historias con él en La Colmena y en las compañías”, sigue don Ino.
A cuatro años, sigue recordando claramente la noche en la que un escopetazo del suboficial Gustavo Florentín acabó con la vida de su hijo.
“Él quería ser intendente de La Colmena, ese era su sueño. Tenía tantos amigos que estaba seguro de que podía llegar”, recuerda don Fidelino.
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El último viaje a Asunción
El viernes 31 de marzo de 2017, Rodrigo partió desde su casa en La Colmena poco antes de las 17:00 y llegó a la capital pasadas las 19:00.
Ya después de la medianoche, Rodrigo se encontraba descansando dentro de la sede del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), cuando una comitiva de la Policía irrumpió en el lugar e ingresó realizando disparos, uno de los cuales alcanzó al joven.
Como primera irregularidad, los efectivos estaban utilizando cartuchos de plomo en lugar de balines de goma, como es habitual.
Apartados de la causa
El último gran golpe que sufrieron los padres de Rodrigo fue la intromisión de la abogada Ana Mora en el proceso judicial.
Mora está ligada al caso de despojo de una mina de oro en Paso Yobái y es abogada de Eduardo Heisecke Mazó, socio comercial de Juan Carlos López Moreira, gerente del Grupo Cartes y exjefe del Gabinete Civil de la Presidencia de la República durante el gobierno de Horacio Cartes.
La abogada asumió como representante de Leticia Redes, expareja de Rodrigo y madre de su hija.
Mora presentó alrededor de 40 chicanas y consiguió como primera medida que se descarte el cruce de llamadas como elemento de prueba y luego apartar a los padres de Rodrigo.
Cruce de llamadas, vital
“Hasta ahora seguimos apartados de la causa. La responsable de eso es la abogada Ana Mora, ella fue la que pidió que se descarte el cruce de llamadas”, relata don Ino.
Ante la consulta de cuál cree que podría ser el motivo por el cual se pretende eliminar esa prueba vital, el hombre responde sin dudar: “Es una prueba muy contundente y por eso no quieren que se abra esa parte”.
Cartes, Llano, Ortiz y Sotelo
“Acá están involucrados directamente el presidente Cartes y el senador Llano. También, según nos dijeron, estaba involucrado José Ortiz y Sotelo”, señala.
Don Ino hace referencia al expresidente Horacio Cartes, al senador liberal Blas Llano, cercano al cartismo y uno de los que impulsó la enmienda constitucional, al excomandante de la Policía Críspulo Sotelo y también a José Ortiz Escauriza, gerente de Tabacalera del Este SA (propiedad del Grupo Cartes) y quien había sido señalado como un hombre con mucho poder sobre la Policía durante el gobierno de Cartes.
“Hay muchas llamadas y se va a saber la verdad sobre quién dio la orden”, agrega.
“Nosotros le culpamos a Cartes, el presidente, y al senador Llano. Ellos son los que dieron la orden. Ellos estaban chupando juntos esa noche”, sostiene.
“Yo le responsabilizo directamente al presidente Cartes”, agrega.
Peña, un títere
Don Ino critica fuertemente a Santiago Peña, candidato cartista a la Presidencia de la República y asegura que de llegar, significaría que no habrá justicia en este caso.
“Es un títere de Cartes, un pobre infeliz que se vendió al mejor postor. Si él llega, estoy seguro de que yo ya no voy a ver justicia para Rodrigo”, asegura.
Termina diciendo que no tiene miedo de seguir clamando por justicia. “Si me tienen que matar, yo moriría por mi hijo”, sentencia.