La venta de automóviles con documentos falsos se ha convertido en una industria exitosa en Paraguay. Al menos eso queda en evidencia tras la aparición de numerosos casos que han saltado a la luz en los últimos días. La detención de Claudia Guillén, asistente fiscal que circulaba a bordo de una camioneta robada en Brasil y cuyos documentos fueron fraguados en Paraguay, permitió que varios casos más salieran a la luz.
ABC Color tuvo acceso, por ejemplo, a documentos de una denuncia que fue presentada ya en 2020 ante la Policía y en la que la Fiscalía no avanzó.
Una broma que no era
La historia comenzó en noviembre de 2020. En ese entonces, José (*) recibió la llamada de una persona que se identificó como Christian. El relato se puede leer en el acta policial a la que tuvo acceso nuestro diario.
En la comunicación, Christian decía estar llamando desde una playa de autos ubicada en el interior del país para preguntarle si no tenía problemas para firmarle la transferencia de su camioneta Kia Sportage, blanca, año 2012.
Lea más: Usaron datos de un fallecido para “blanquear” camioneta, afirma viuda
En la extraña llamada, Christian le explicó que le estaba molestando porque un tal Alejo Arnaldo, quien sería un efectivo de la Policía, tenía intenciones de entregar el vehículo como parte de pago para comprar un nuevo rodado.
La cuestión es que José no solamente nunca había vendido la camioneta Kia Sportage, blanca, sino que mientras conversaba con el interlocutor se encontraba circulando a bordo de la misma. Fue por eso que su primera reacción fue preguntar si se trataba de algún tipo de broma y le explicó al interlocutor que él no había vendido su vehículo.
Documentos fraguados
Mayor aún fue la sorpresa de José cuando Christian le explicó que efectivamente el comprador presentó los documentos y que se los remitiría vía WhatsApp.
José recibió fotos de un acta notarial firmada por la escribana Lina Mercedes Leguizamón, quien posee antecedentes por producción de documentos de contenido falso.
En el documento, un título de transferencia de vehículo, se podía observar que José supuestamente había adquirido la camioneta de una persona totalmente diferente de la que había comprado.
Estaba su nombre, su número de cédula, le habían cambiado la dirección a una ciudad en la que no vivió. También estaban los datos de su camioneta: el número de chasis y la chapa. Solo que todo esto estaba ligado a un vehículo igual al suyo.
Es decir, estaban ofreciendo una camioneta que supuestamente era suya a cientos de kilómetros, mientras él estaba a bordo del vehículo que realmente le pertenecía.
Es más, hasta le enviaron una copia de la cédula verde del que supuestamente era su vehículo, cuando él tenía la original en sus manos. También le enviaron una verificación supuestamente realizada por la Dirección Nacional del Registro Automotor a la camioneta que no era la suya.
Curiosamente, en esa revisión aseguraban que todo estaba en norma, aunque claramente no era así.
José presentó la denuncia ante la Policía apenas cortó la llamada. A más de dos años, nunca fue citado siquiera por la fiscalía para dar mayores detalles.
Documentos falsos
El de José se suma al de la auxiliar fiscal Claudia Guillén, detenida días atrás mientras circulaba a bordo de una camioneta robada, y a otros casos más que han saltado a la luz.
Un contrato privado de compraventa y una constancia de verificación expedida supuestamente por el Departamento de Control de Automotores de la Policía Nacional aparecieron ayer en el caso de la camioneta robada en Brasil y encontrada el domingo último en poder de la auxiliar fiscal Claudia Guillén. Efectivos policiales a través de una conferencia de prensa negaron la veracidad del contenido de los papeles y hablaron de un aparente esquema de estafa.
(*) Nombre ficticio para resguardo de la identidad del denunciante.