- ¿Santiago Peña no quiere debatir con usted?
- Así parece. Parece que tiene miedo.
- No estaba previsto...
- Es que no tiene forma de sostener un debate conmigo.
- “No se puede condicionar un debate reduciendo la cantidad de participantes en el debate”, dijo Peña...
- De hecho que no tiene una propuesta. Si usted se fija en todo este proceso, Peña no ha presentado una sola idea, una sola propuesta. Solo se pasa poniendo excusas. Dice que no se puede, que no les gusta, en vez de preocuparse en hacer alguna propuesta concreta. Nosotros hablamos de energía, hablamos de salud, hablamos de empleo, de seguridad, que son temas centrales. Me parece que el mejor momento de profundizar en estos temas es en un debate. Me parece de muy mal gusto huir como lo está haciendo. Me parece que es el momento de poner la cara. Una persona que no está dispuesta a someterse a un debate ante la opinión pública no puede aspirar a ser Presidente.
- ¿Debe haber alguna poderosa razón para que sus asesores le digan que no se presente?
- El Presidente de la República tiene que ser en primer lugar valiente, con carácter y capaz de afrontar lo que significa tan alta magistratura. No animarse siquiera a presentarse a un debate me parece un poco triste, no habla muy bien de ese candidato.
- El quiere a otros dos candidatos dentro del panel, a Euclides Acevedo y Paraguayo Cubas...
- En definitiva, no se anima a debatir mano a mano con Efraín Alegre. Le tiene miedo a Efraín Alegre. Si ese es el carácter del candidato a Presidente, Dios nos guarde el futuro de nuestro país. El Paraguay necesita hoy a un Presidente valiente, un hombre valiente al frente del Gobierno. Este país está hecho por hombres valientes. Así dice nuestra historia. No necesitamos más cobardes de lo que ya tenemos. Ya es suficiente lo que hemos visto y soportado...
- ¿Qué se puede descubrir de una pulseada mano a mano con Santiago Peña?
- Lo que se va a descubrir es que es un improvisado, que no tiene capacidad de liderar un proceso, de conducir un país como jefe de Estado. Peña no tiene experiencia política, menos aún: no tiene liderazgo político. Eso es lo que se va a evidenciar en un debate. Por eso tiene miedo. Es muy obvio de todos modos de que él responde a un patrón, a un hombre que tiene un liderazgo propio (Horacio Cartes). El no es el líder de su proyecto político. Es el contador del líder del proyecto. Ese el temor que tiene de debatir mano a mano con Efraín Alegre.
- Estamos en los tramos finales de la campaña. Hay mucha manipulación, tergiversación. Se trata de enlodar al enemigo. ¿Euclides, Cubas pueden ser usados para ensuciarle a usted el camino a la Presidencia?
- Noo. Yo creo que se pueden organizar debates entre 5, entre 10 personas. El problema es que acá hay una propuesta de debate histórico que se hace en cada elección, cada cinco años. La propuesta es de un debate mano a mano del que Peña tiene miedo y no lo acepta. Yo no tengo problema en hacer un debate mano a mano, después entre 2, entre 3, entre 4. Pero el problema no está ahí. Lo que Peña no quiere es debatir libre y abiertamente con Efraín Alegre. Un títere de la mafia no está en condiciones de afrontar un debate porque tiene que esconder a su padrino político y financiero.
- “El Paraguay tenemos que construirlo entre todos”, dijo Peña al justificar la incorporación de Euclides y Cubas...
- Lo que pasa es que quiere escudarse detrás de otros candidatos para que esto se diluya, que se confunda y no se pueda discutir con claridad las dos posiciones completamente contrapuestas que tenemos para ejercer la Presidencia de la República.
- ¿Qué le quiere decir a Santiago Peña frente al público?
- En primer lugar, que el pueblo paraguayo necesita al frente de la Presidencia a un hombre valiente. Un cobarde no puede ser Presidente de la República del Paraguay. El 30 de abril se va a elegir uno de los dos modelos, el continuismo o el cambio. El continuismo es Cartes y su contador Santiago Peña. El continuismo representa la incertidumbre, el peligro de tener un país más aislado por la comunidad internacional porque no se puede despojar de sus elementos mafiosos empotrados en nuestras instituciones. El Paraguay ya fue castigado, sancionado por Estados Unidos y acá no somos capaces de sacudirnos y terminar con este modelo de ilegalidad, de lavado de dinero, de la mafia. Por eso es muy importante que los que van a votar el 30 de abril sean conscientes. Con el voto vamos a discutir si vamos a seguir con ese modelo nefasto que apeligra al Paraguay y que lo aísla cada vez más del mundo. La comunidad internacional ya no tolera que nuestras instituciones sigan siendo utilizadas por este modelo mafioso que representan Cartes y Santiago Peña. Es muy serio lo que vamos a elegir. Nuestro proyecto busca recuperar la institucionalidad, el estado de derecho, la legalidad, el Paraguay de la gente decente. Nuestro proyecto busca sepultar el Paraguay de los sicarios y de la mafia. Nosotros reivindicamos al paraguayo valiente que no se rinde ante la impunidad. Esa es la diferencia que tenemos.
- ¿Qué sensación le produjo la salida esta semana de personas muy cuestionadas de nuestra justicia: Antonio Fretes y Sandra Quiñónez? Son dos personas a las que usted criticó bastante.
- No solo a mí, a todos los paraguayos nos deja una sensación de esperanza. El mal no puede durar tantos años. Estoy seguro que la renovación le va a beneficiar por fin a nuestra sociedad, a la institucionalidad. La esperanza es que termine la impunidad de la mafia, esta complicidad de nuestras instituciones con la mafia y el dinero sucio.
- ¿El nuevo fiscal?
- El nuevo fiscal general del Estado (Emiliano Rolón) tiene una gran responsabilidad. Los paraguayos y paraguayos lo estaremos observando con mucha expectativa. También esperamos que en este proceso de selección del nuevo ministro de la Corte Suprema de Justicia podamos agregar una figura que ayude a consolidar la idea de renovación. Necesitamos consolidar una Corte Suprema de Justicia que ayude a dar seguridad jurídica. Necesitamos una justicia que represente realmente el cambio, que represente previsibilidad, seguridad para todos los ciudadanos nacionales y extranjeros. Ese es el gran salto que tenemos que dar: seguridad jurídica e institucionalidad.
- Llegar al poder no le va a salir gratis. El camino es largo todavía. ¿Cómo lo encuentra este último tramo de la campaña?
- Es una lucha. Desde luego que no va a ser fácil llegar. Es un proceso que requiere esfuerzo, sacrificio. En mi caso son años. Requiere mucha paciencia. El Paraguay necesita de liderazgos firmes, de personas valientes, con carácter para forjar nuestro futuro. No es momento de mandaderos, mediocres, inexperientes, débiles y cobardes que repiten como loros lo que les manda decir su patrón. El Paraguay requiere de hombres independientes con convicción, firmes, con carácter, como dije, valientes para emprender las transformaciones que el país necesita.
- Una revolución moral...
- No podemos permitir que se normalice la ilegalidad. No podemos permitir que en el Paraguay sigamos tolerando conductas tramposas que ponen en peligro nuestro futuro. No podemos tolerar más esta mafia que asfixia nuestras instituciones. Tenemos que devolver a nuestro país la visión de honestidad, de decencia, de transparencia. Ese es el Paraguay en el que queremos vivir. Es el Paraguay que vamos a construir todos juntos a partir del 30 de abril.