Por Decreto N° 8.756, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, dio por terminadas las funciones de Néstor David Martínez Britos como funcionario del Minna en el rango de director general.
El documento fue firmado el pasado 25 de enero, luego de que el nombre de Martínez Britos fuera vinculado al escándalo de arrendamiento del anfiteatro José Asunción Flores de San Bernardino, caso en el que la Contraloría General de la República (CGR) detectó posible daño patrimonial.
Arrendamiento del anfiteatro por debajo del precio
Entre las numerosas irregularidades detectadas por la Contraloría aparece el precio casi regalado por el que se efectuó el arrendamiento del predio.
El monto, en concepto de canon por el arrendamiento, está “muy por debajo del precio del mercado en esa zona”, señala el informe.
El anfiteatro José Asunción Flores fue inaugurado oficialmente en setiembre de 1992, pero la crisis financiera de mediados de los años ‘90 llevó a la quiebra a la firma Lago Vista SA, ligada al Banco de Inversiones del Paraguay SA (Bipsa), propietaria del establecimiento.
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El sitio estuvo abandonado durante varios años y finalmente en 2012 fue promulgada la Ley 4.784, que expropiaba las fincas 832, 7.060 y 7.364 de la compañía Yby Anguy de San Bernardino, donde está el anfiteatro. En total, los tres inmuebles suman más de nueve hectáreas.
El Estado entregó al municipio de San Bernardino la administración del anfiteatro hasta el 2032, algo que no estaba previsto dentro del proceso inicial.
La Comuna, a su vez, terminó concesionando el usufructo del anfiteatro José Asunción Flores en el 2016.
El documento fue firmado entre el entonces intendente de San Bernardino, el liberal llanista Luis Aguilar, y Martínez Britos.
El funcionario llegó incluso a construir una casa con piscina en el predio público.