“Claro que le pedí ayuda económica a Arnaldo Samaniego porque me echaron del trabajo y estaba en la calle”, reconoció el extitular de la SEN, Camilo Soares, en una entrevista con el portal PDS.
Soares entró en varias contradicciones frente a sus declaraciones iniciales sobre el contenido de los mensajes que intercambió con el diputado Arnaldo Samaniego, el ministro asesor de la Presidencia de la República Daniel Centurión y con el entorno de la fiscala Stella Mary Cano.
Los mensajes publicados por ABC Color revelan pagos a testigos, declaraciones testificales preparadas antes de acudir al Ministerio Público e información privilegiada y adelantada de los movimientos de la Fiscalía en los procesos penales que terminaron en la salida de Mario Ferreiro de la intendencia de Asunción.
Las comunicaciones entre los actores políticos que se encargaron de mover el montaje revelan la forma en la que los implicados no solo movieron los procesos contra el exjefe comunal opositor, sino también ayudaron a mover (o frenar) otras causas en paralelo.
Esto se desprende del análisis de casi 6.000 páginas de comunicaciones a través de WhatsApp que forman parte del expediente judicial que terminó en la absolución del exintendente de Asunción. Estos mensajes fueron obtenidos del teléfono de Soares, quien entregó el aparato de forma voluntaria al tribunal.
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Soares se contradice
Soares entró en una serie de contradicciones. Como primer punto, el extitular de la SEN intentó en varias oportunidades asegurar que los mensajes publicados no existen o fueron montados.
Por ejemplo, el pasado 10 de enero, el propio Soares sostuvo en conversación con Radio Unión que era falso que los mensajes formaban parte del expediente judicial. Pero, el extitular no se limitó solo en eso, sino que llegó al punto de decir que los chats habían sido “implantados” en su teléfono.
Soares volvió a poner en duda la existencia de esos chats en conversación con el medio digital el pasado miércoles.
“Si esos chat existen, que muestren en el expediente la transcripción, es recontra bola todo esto”, dijo a PDS. Sin embargo, minutos después terminaría reconociendo que pidió asistencia económica a Samaniego.
En concreto, los colegas del medio digital le consultaron a qué hacía referencia al hablar de “pollos” en sus conversaciones con actores políticos.
“Arnaldo Samaniego tiene una granja avícola”, comenzó diciendo ante la pregunta. “Claro que yo le pedí una ayuda económica a Arnaldo Samaniego porque estaba a puertas de un juicio y yo estaba sin trabajo”, sostuvo.
Es decir, terminó reconociendo lo que se expuso en los chats.
Contradicciones con fiscala Cano
La fiscala Stella Mary Cano intentó ayer justificar el haber recibido en su casa particular al extitular de la SEN Camilo Soares. La representante del Ministerio Público, nuevamente, entró en varias contradicciones durante su entrevista en el programa “Mesa con EVP” en ABC TV.
“No me reuní con ninguna de esas personas que menciona el medio, ni en mi casa ni en mi oficina”, comenzó diciendo la fiscala Cano. Sin dar nombres, la agente hizo referencia a la reunión en la que habrían participado el extitular de la SEN Camilo Soares y el diputado Arnaldo Samaniego, además de la asistente fiscal Silvia Sapriza, según los mensajes.
Sin embargo, tras la negativa inicial terminó reconociendo que Soares sí estuvo en su domicilio particular.
Lo llamativo del caso es que fue el propio Soares el que dijo a ABC Color el pasado domingo 8 de enero que efectivamente se reunió con la fiscala en el domicilio particular de la misma.
Cuando se le señaló esto, Cano cambió rápidamente su versión y pasó a reconocer que Soares sí estuvo en su domicilio y que eso lo pudo corroborar luego de revisar las imágenes del circuito cerrado y tras conversar con personas que trabajan en su casa.
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“El señor Soares fue a llevar algunos documentos relacionados a créditos a mi domicilio dejando a una de las personas que presta servicios en mi casa”, agregó la representante del Ministerio Público y sostuvo que hasta tiene las imágenes del extitular de la SEN en bicicleta dejando los documentos.
“El señor Soares estuvo en mi domicilio durante la pandemia. El señor Ferreiro fue imputado en enero”, agregó.
Sin embargo, según se desprende de las comunicaciones, Soares estuvo en el domicilio de la representante del Ministerio Público ya en diciembre de 2019, esto es al menos tres meses antes de que se decrete la emergencia sanitaria como consecuencia de la pandemia de coronavirus.
La fiscala luego intentó realizar una defensa del porqué no había violación de normas legales por recibir a personas vinculadas a procesos en los que ella interviene en su domicilio. Llegó a decir que alguna vez ofreció a Yolanda Paredes, esposa del exsenador Paraguayo Cubas, que se quedara a dormir en su casa si no tenía dónde ir.
“Por el principio de legalidad lo que no está prohibido, está permitido”, afirmó la agente del Ministerio Público. Sin embargo, ese principio del derecho administrativo establece que en materia de administración pública lo que no está expresamente permitido en una ley, está terminantemente prohibido.
La agente fiscal además sostuvo que el denunciante es parte en los procesos penales, algo que claramente no es así según el Código Procesal Penal.
Finalmente, insistió en que supuestamente existe ilegalidad en el trabajo de publicar los mensajes, para luego apuntar a otra cuestión. “El colega tuyo fue engañado por quien proveyó ese material al decir que consta en el expediente”, dijo.