Una causa a cambio de la otra. Los colorados Arnaldo Samaniego y Daniel Centurión ofrecieron ayuda a nivel de la Corte Suprema de Justicia para tratar de frenar la causa conocida como “coquitos de oro”, en la que el extitular de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) Camilo Soares era el principal acusado. Este punto formó también parte del acuerdo para la trama que terminaría apartando de la intendencia de Asunción a Mario Ferreiro, quien fue absuelto hace algunas semanas luego de tres años de proceso.
Esto se desprende del análisis de casi 6.000 páginas de comunicaciones vía WhatsApp que forman parte del expediente judicial que terminó en la absolución del exjefe comunal de Asunción. Estos mensajes fueron obtenidos del teléfono del extitular de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) Camilo Soares, quien entregó el aparato de forma voluntaria al tribunal. ABC accedió a la copia de los documentos.
Las comunicaciones tras bambalinas de la opereta para sacar a Ferreiro revelan movimientos y nuevos protagonistas. Aparece el nombre de la ministra de la Corte Carolina Llanes, nombrada por el actual presidente de la República, Mario Abdo Benítez.
Los primeros movimientos contra Mario Ferreiro
La preocupación de Camilo Soares con respecto a su juicio por el caso de los coquitos de oro comenzó a materializarse ya en febrero de 2020. El juicio contra el extitular de la SEN debía iniciar el 20 de febrero de ese año, luego de una década de trabas. Sin embargo, el proceso nuevamente quedó frenado ese día debido a que la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia tenía congelado un recurso de casación que había presentado el exfuncionario público devenido en comunicador.
Un día antes del inicio de su juicio, el 19 de febrero de 2020, Soares estaba en comunicación con el diputado y exintendente de Asunción, Arnaldo Samaniego (ANR-Oficialista) y hasta se citaron a una reunión en la que debía participar el concejal capitalino Daniel Centurión, mano derecha del presidente Abdo Benítez.
“Nos vemos hoy a las 15h en tu guarida, ya está avisado DC (sic)”, le escribió Soares a Samaniego. DC sería Centurión. El diputado fue escueto aunque concreto en su respuesta y le confirmó al exministro de la SEN: “En casa”.
Ya después de la reunión Soares remitió una lista: “Sala Penal de la Corte. Martínez Simón. Carolina Llanes. Gloria Benítez (Camarista)”. Precisamente esta era la sala que tenía que resolver la casación planteada por Soares.
“Acordate que Patricia quería hablar primero contigo en privado antes de hablar más arriba (sic)”, escribiría Soares, haciendo referencia a quien sería Patricia Samudio, imputada extitular de la estatal Petropar.
Finalmente, la Sala Penal terminaría allanando el camino para el inicio del juicio unos días más tarde. Llegaría marzo de 2020 y con el nuevo mes también comenzarían las audiencias, durante las cuales se volverían a dar varios intentos más de frenar el proceso. A la par, vía WhatsApp, Soares pedía auxilio a quienes eran sus aliados.
Soares terminaría siendo condenado en primera y segunda instancias, sin embargo la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia terminaría dictaminando la prescripción de la causa de los “coquitos de oro”.
Con el voto en mayoría de la ministra Carolina Llanes y la camarista del fuero de la Niñez y la Adolescencia, Gloria Benítez Ramírez, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia admitió los recursos extraordinarios de casación interpuestos por los abogados Víctor Mujica y Andrés Bernal, en representación de Camilo Soares, y el defensor público Rodrigo Álvarez, por la defensa de Alfredo Guachiré.
Llanes, mencionada en reiteradas oportunidades en las comunicaciones que se describirán a continuación, fue la preopinante
HV, Carolina y el enojo
El 5 de marzo, ya con el juicio finalmente en marcha, la desesperación de Soares comenzaría a escalar de forma acelerada, según él mismo dejaría de manifiesto en conversación con Samaniego y Centurión.
Ese día, el extitular de la SEN le escribió al diputado capitalino pidiendo mover la cuestión. “Jefe! El tema de mi juicio NECESITAMOS movernos ya! Voy a ser únicamente pesado, pero estoy contra reloj, necesitamos movernos muy rápido con el tema judicial. Llamame por favor y te explico (sic)”, le pidió Soares a Samaniego.
“No estoy pudiendo hablar con HV”, le respondió el legislador. HV sería Hugo Velázquez, el vicepresidente de la República designado como “significativamente corrupto” por el gobierno de los Estados Unidos. Ya en días anteriores se habían revelado más mensajes en los que Soares, Centurión y Arnaldo hacían referencia a que el segundo del Ejecutivo formaba parte del esquema de la opereta contra Ferreiro.
Soares respondió antes de siquiera leer lo que le había escrito Samaniego e insitió: “Tenenos 2 opciones. Hablar con Carolina Llanes y que ella se comprometa a resolver el recurso que vamos a presentar mañana, una Excepción de Inconstitucionalidad”.
“O bien, que la Fiscal Gral le cambie a Victoria Acuña, el lunes le vamos a recusar”, agregó.
“ME estoy yendo a Villarrica. Y ahí va a estar HV”, explicó. “A Dany háblale de la llanes (sic)”, agregó enseguida.
Esta última instrucción no fue del todo agradable para Soares, pues terminaría replicando: “Es muy culo pesado ese tipo, no va a hacer nada y me van a licuar por esperarle. Llamale na y pedile que me llame, no me va a dar bola a mi (sic)”.
Patricia, HV y el memo
El 6 de marzo, Soares confirmaba a Samaniego que había conversado con Centurión. “Me hizo hablar con su hermano que se iría a hablar con Carolina, de todos modos necesitamos reforzar eso con tu presencia o con la intervención de HV para que esa señora no piense que es un pedido cualquiera nomas. Pudiste comentarle algo a HV? (sic)”, insistiría al diputado.
Tres días después, el 9 de marzo de 2020, Soares volvería a buscar a Samaniego. “Hoy se reinició mi juicio. No encontramos forma de parar por vía de la Corte, o sea, parece que no se pudo todavía hablar con Carolina, pero de todos modos es muy difícil por allí. Tengo otra estrategia, pero necesito reunirme contigo y con Dani para explicarles (sic)”, escribió el dirigente de izquierda.
“Eso insistí con Dani. Mañana Hablo con HV. Y CON PATRICIA (sic)”, le respondió Samaniego, a lo que Soares insistió que quería explicarle lo que necesitaba de quien sería el vicepresidente.
Patricia sería, nuevamente, la imputada extitular de Petropar Patricia Samudio. Que su nombre apareciera en la conversación le generó optimismo a Soares, quien dijo al respecto: “Genial! Eso necesitamos porque me piden plata en el juicio y necesito su que sea como préstamo, le firmo pagaré o lo que sea, pero necesito urgente”.
Dos días más tarde, Soares se volvía a mostrar insistente. “Hola Hermano! Mi juicio continúa hoy y no va a parar. Necesito la intervención de HV o esta gente me va a decapitar. Por fa insistí (sic)”, le pidió a Samaniego.
“Bueno”, respondió escuetamente el diputado.
“Podría haber acordado”
La desesperación de Soares iba en aumento mientras pasaban los días. El 13 de marzo de 2020, volvió a insistir en conversar con Samaniego quien le dijo que estaba de reposo por una intervención odontológica, aunque igual remitió una actualización de las cuestiones pendientes.
“Básicamente..HV está en mil.. mañana de noche voy a estar con él.. le voy a insistir. Fui junto a Patricia me dijo q esta difícil el tema. Y q ayudo y todavía no completaron el serv En lo demás vamos a ir concretando en la semana. También este finde me reúno con DC para avanzar (sic)”, informó Samaniego.
Al extitular de la SEN no le fueron suficientes las explicaciones. “Entiendo las dificultades, pero si no encontramos alternativas rápidas yo me quedo en bola en todo. Y me parece que tenenos que hablar y buscar alternativas. Tanto en mi kilombo judicial como financiero (sic)”, insistió.
Poco después terminaría revelando parte del acuerdo. “Porque si yo no me metía a fondo en el kilombo de la Muni, podría haber acordado con los otros, a lo mejor no era lo que más me gustaba, pero iba a ser mejor que mi situación actual (sic)”, apuntó.
Por entonces, Mario Ferreiro llevaba varios meses de haber renunciado a la comuna y ya estaba imputado en la causa que terminaría con su absolución en diciembre pasado. Además Soares seguía operando -según los mensajes- en otras denuncias.
Samaniego lo citó para que fuera de forma inmediata a su casa. Dos días después, el 15 de marzo, Soares volvería a revelar parte de las tareas que habían acordado en esa reunión presencial. “Hola! Te recuerdo las tareas para mañana. 1. Llegarle a Carolina, mi expediente va a subir allí el martes de mañana, ya está confirmado eso. SE NECESITA QUE NO SE RESUELVA LA RECUSACIÓN HASTA EL MARTES 24 de este mes. Después que resuelvan lo que quieran, que rechacen incluso (sic)”, afirmó.
“Algún avance con nuestros temas? (sic)”, insistiría un día después, a lo que Samaniego le respondió que Dani (Centurión) hablaría al día siguiente “con la señora”.
“Carolina puede frenar”
Las cosas no iban muy favorables para Soares en marzo de 2020 y el 17 de ese mes lo revelaría en un pedido casi desesperado. “Hola! Me están por licuar en el poder judicial! Necesito urgente la ayuda (sic)”, afirmó.
“Ahora en Cardinal ya nos dicen que convocan a juicio para mañana a las 08,30h! Parece que hoy la corte ya resolvió en contra y ya volvió. Estamos perdidos, pero Carolina puede frenar esto (sic)”, agregaría.
También señalaría que la Superintendencia de Justicia y hasta el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) debían intervenir en el proceso.
Aparece el hermano de Dani
El 5 de marzo de 2020, Soares se comunicaría con Dani Centurión para pedirle ayuda. “Dany Acabo de comunicarme con Arnaldo. Me indicó que hable contigo por el tema Carolina. Me urge hablar contigo y explicarte. Mañana presentamos una acción y si no actuamos inmediatamente me van a licuar. Por favor llámame y te explico (sic)”, le escribió.
Centurión le pidió tiempo y prometió llamarlo (ver facsímil), pero Soares no tenía mucha paciencia. “Hermano, disculpá que te insista, pero como con el tema de la Muni me quedé sin abogados y sin los trabajos que ya veníamos haciendo en el plano juridico, hoy estoy ante una situación crítica. Necesito tu intervención en las próximas horas o me van a licuar. Si esta noche no podés hablar, por favor decime y hablamos mañana (sic)”, insistió.
El concejal y mano derecha del presidente Abdo Benítez respondería enviando los datos de Héctor Centurión, su hermano. Al instante, según los documentos, Soares comenzaría a intercambiar mensajes también con el abogado.
“Ya hablé con tu hermano y ya tiene clara la película. Ahora el necesita tu habilitación con la señora para ir a visitarle. Estamos en contacto! Abrazos (sic)”, agregó.
“Así será hno (sic)”, respondió Centurión.
Hablar a testigos
Tres días má tarde, Camilo volvería a preguntar sobre la conversación pendiente con la “señora” y hasta pediría que Centurión converse con el entonces titular de la SEN, el imputado Joaquín Roa, quien debía testificar en esos días en el juicio de los coquitos de oro.
“Hola! Estoy atento a ver si Héctor consigue hablar con la señora. Por otro lado, mi juicio se reinició hoy. Y Joaquín Roa está como Testigo en mi causa, yo tenía una buena relación con el. Y fue ofrecido como testigo por nuestra parte. Pero en vista que en 10 años cambiaron muchas cosas no se como andará y supongo que no vas hacer nada sin que le den instrucciones. Existe la posibilidad de que ustedes le hablen?”, afirmaría.
Soares insistiría varios días diciendom que los jueces Juan Carlos Zárate y Héctor Capurro estaban decididos a condenarlo, pero su momento de mayor tensión sería el 17 de marzo. Ese día le escribió a Centurión: “Hola! Necesito urgente la ayuda. Si no conseguimos una intervención de arriba mismo, me van a licuar. Héctor tiene todos los elementos, Carolina puede frenar esto”.
Bacchetta en el radar
El 24 de marzo de 2020, Centurión le preguntaría a Soares si asistiría a una reunión en la casa de “Arni” (Arnaldo Samaniego). Tras el encuentro, el extitular de la SEN enumeraría las tareas acordadas en la reunión.
“Hablar con Bachetta para que le reciba a Camilo. Tareas. Definir abogado, contacto de Dani. Que Héctor le comuniqué a Camilo si se va a poder trabajar con ese abogado y coordine directamente con el nomás ya (sic)”, insistió.
Bacchetta sería Enrique Bacchetta, quien entonces era titular del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados.
Al día siguiente, el 25 de marzo, Soares afirmó que ya concertó el encuentro pendiente. “Ya me respondió Bachetta, mañana a las 09,30h. me espera en su casa, tratá de hablarle antes por fa (sic)”, le pidió a Centurión
Los jinetes del JEM
Las conversaciones de Soares con Héctor Centurión, hermano de Dani, iniciarían ya el 5 de marzo de 2020. Dos días después ya le estaba pidiendo novedades sobre una posible reunión con la “señora” haciendo alusión a quien sería la ministra de la Corte Carolina Llanes. “Buenas tardes!
Consulta... Sabés si el lunes podrías hablar con la señora? (sic)”, preguntó.
“El tema es que recién el lunes se reanuda mi juicio y recién el lunes en la audiencia vamos a presentar la “Excepción de Inconstitucionalidad”. Por eso sería bueno conocer su criterio antes de sustanciar el recurso para no disparar al aire (sic)”, agregó.
Las conversaciones más reveladores surgieron el 25 de marzo, mientras le avisaba a Dani Centurión que ya había concertado una reunión con quien sería el senador Enrique Bacchetta, entonces titular del JEM, Soares intercambiaba una serie de mensajes con Héctor.
“Le designaron a Carolina Llanes como representante ante el JEM”, escribió Soares. Héctor Centurión le respondió enseguida: “Buena información”.
“O sea, si presentamos una denuncia allí, ya le tenemos a Kriskovich y podrían ayudar Carolina y Bachetta (estoy esperado que Dani le hable al Tano para que me reciba)”, sostuvo Soares.
“Se está dibujando el gráfico”, le replicaría Centurión.
“No me hablaron nunca del caso”, dice Carolina Llanes
La ministra Carolina Llanes afirmó ayer en conversación con ABC Color que nunca conversó con Daniel Centurión o su hermano sobre el proceso de Camilo Soares.
“Me sorprende que en este caso invoquen mi nombre, no me extraña tampoco porque se invoca nomás luego para cualquier cosa”, afirmó.
“Nunca hablaron conmigo de esta causa. Sí en alguna otra ocasión, cuando yo recién asumí, vino el hermano que yo no sabía que ese era el hermano (de Dani Centurión) y no le atendí porque no sabía quién era. La siguiente vez vino con él y ahí le atendí. Era cualquier causa, una casación que estaba ahí y le salimos en contra”, sostuvo la ministra Llanes.
“El tema no era este, categóricamente. Tenían la intención probablemente, pero jamás me hablaron de este caso. No le conozco al señor Soares”, sentenció.