La Cámara de Diputados aceptó en sesión extraordinaria la renuncia de Miguel Godoy al cargo de Defensor del Pueblo, que incluso en su nota de renuncia evitó admitir las críticas y dijo que dimitía por “motivos de salud”. Varios legisladores hicieron énfasis en que en realidad se va por las graves denuncias en su contra.
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“En realidad esta renuncia debió haber sido rechazada y ser sometido a juicio político”, afirmó la diputada Kattya González (PEN), pero agregó que a fin de lograr la paz optaron por aceptar esta renuncia.
“Él no renuncia, le renunciamos. No se va por los motivos que alegó, se va porque hoy tenía que ser su juicio político. Porque la ciudadanía en pleno pide que se vaya”, dijo por su parte la diputada Celeste Amarilla (PLRA) y agregó: “Me da mucha rabia no tener una mayoría digna para destituirlo. No pudimos echarle”.
Insistió en los sobrados méritos y le recordó a Godoy que “se va porque le soltaron la mano y le soltaron la mano por su inconducta” y porque es “un funcionario mediocre”. “¿Qué pensaba? ¿Que se le iba a defender como a la fiscala General del Estado?”, refirió Amarilla.
Rafael Ávila juró en su reemplazo
Tras la aceptación de la renuncia, la Cámara de Diputados procedió a tomar juramento al exdefensor del Pueblo Adjunto Rafael Ávila, que al momento de su elección estuvo principalmente respaldado por el oficialismo colorado (Fuerza Republicana).
Ávila fue una de las principales contrapartes de Godoy y que denunció persecución por parte del mismo, y deberá completar el mandato hasta el 30 julio del próximo año, cuando asuma el nuevo Congreso.