La posibilidad de que el Congreso designe a un senador colorado en reemplazo del vicepresidente Hugo Velázquez causa escozor en el Senado debido a que eso habilitará a que asuma una banca en el Senado el suplente cartista Bernardo Villalba, conocido por sus supuestos vínculos con narcotraficantes, a quienes defendió en calidad de abogado.
Velázquez, tras la declaración que recibió de “significativamente corrupto” por parte del gobierno de los Estados Unidos de América la semana pasada, anunció que renunciaba a su candidatura a la presidencia en el 2023 y también a la vicepresidencia de la República. Según fuentes oficiales, esta anoche ya firmó su renuncia y mañana la llevará al Congreso el jefe de Gabinete de la Vicepresidencia.
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Una vez que se concrete su presentación y teniendo en cuenta que a Velázquez le restaban menos de dos años de mandato, el mecanismo establecido en el artículo 234 de la Constitución es que sea el Congreso, por mayoría absoluta de sus miembros, (23 senadores y 41 diputados) el que designe a quién desempeñará el cargo por el resto del periodo (hasta el 15 de agosto de 2023).
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Las versiones que corren en el ámbito político-legislativo es que los senadores colorados oficialistas Arnaldo Franco y Rodolfo Friedmann son dos de los posibles candidatos. También se menciona el nombre del senador Enrique Bacchetta, pero ninguno de ellos tiene confirmación.
La senadora Desirée Masi (PDP) fue una de las que manifestó públicamente su preocupación por la posibilidad de que el abogado cartista Villalba asuma una banca.
De concretarse la incorporación del polémico suplente, el cartismo tendrá siete senadores y el oficialismo quedará con diez.