El senador Jorge Querey, médico personal de Fernando Lugo, quien hace días sufrió un accidente cerebrovascular, brindó este viernes un nuevo informe sobre el estado de salud del congresista.
Detalló que se le están retirando lentamente los sedantes al paciente y que se irá probando su reacción e independencia de esta medicación durante las próximas 24 horas.
En base a esto se decidirá hasta dónde el paciente puede asumir algunos aspectos de su manejo personal, como su respiración. Si bien sus signos vitales y su función cardiovascular ya los sostiene, el próximo objetivo es que mantenga su respiración sin ayuda de la máquina.
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“Está muy estable”
Con respecto a la parte quirúrgica, Querey informó que Lugo está muy estable. “Se le hicieron controles tomográficos, eso está evolucionando así como esperamos que fuera el resultado”, indicó.
El objetivo del galeno es que Fernando Lugo tenga un grado de reactividad para ir apuntando al retiro del respirador. “Es el esfuerzo en el que vamos a trabajar. El pronóstico neurológico todavía hoy no lo podemos dar; vamos a reducirle los sedantes, pero todavía no es adecuado dejarle sin ninguna posibilidad de sedarse, ya que puede reaccionar inadecuadamente a muchos de los instrumentos tecnológicos que le están ayudando”, detalló el doctor Querey.
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Pueden existir problemas tardíos
Añadió que estarán atentos a los problemas tardíos que se pueden suscitar en el paciente al estar en cuidados intensivos con asistencia respiratoria mecánica.
“Sigue siendo un paciente de cuidados críticos con riesgos de complicaciones, pero hoy indudablemente es el día que tengamos los primeros signos positivos de evolución”, explicó.
Jorge Querey pidió esperar unos días para dar un pronóstico sobre Fernando Lugo.
Admitió que los pacientes que pasan por un ACV tienen secuelas que pueden ser leves, moderadas o graves.
Estando en su oficina del Congreso Nacional, el senador Fernando Lugo sufrió el ACV y fue llevado de urgencia al sanatorio San Roque, donde fue ingresado a terapia intensiva.
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Posteriormente, lo trasladaron hasta el sanatorio Migone.
Esta es la segunda prueba de fuego que Fernando Lugo pasa en el área de su salud. Cuando era presidente le diagnosticaron un linfoma, enfermedad de la que fue tratada en el Sirio Libanés de Brasil y logró sanar.